Casas Rodantes



En Estados Unidos la casilla rodante más barata cuesta seis mil dólares, que apenas tiene lugar para dos cuchetas; mientras la casa rodante más cara puede llegar a costar dos millones de dólares.

Tienen capacidad para una familia tipo acostumbrada a todos los lujos, con baños de mármol, amplios placares, cómoda cama de dos plazas para matrimonio, sillones, mesas, sillas, cocina completa con microondas y horno, aunque no la usen, revestimientos de madera importados de Europa, varios televisores, computadora con Internet, y todo lo demás imaginable, de manera que sus dueños se sientan como en sus casas, que suelen ser tanto o más lujosas.

Los fabricantes producen estas gigantescas casas sobre ruedas para los millonarios de ese país que sólo llegan a completar dos o tres viajes en ellas, para luego cambiarlas por otra aún más lujosa y cómoda, si es que eso resulta posible.

Robert de Niro tiene una de las casas rodantes más caras que existen en los Estados Unidos; que incluye una sala de proyección en el segundo piso.

Silvester Stallone, también es uno de los felices poseedores de un portento similar.

Por supuesto, estas casas no se estacionan a la vera del camino, por razones obvias, sino en lugares especialmente diseñados para el grupo selecto que las posee.

Estos motor couch countries, que son también adquiridos por sus dueños en cada uno de los paradisíacos destinos que eligen, cuentan con comodidades como pileta de natación, golf, tennis, sala de estar individual con hogar a leña, y un bote adicional si el ambiente es marino.

Los adictos a las casas rodantes hace años que realizan esta práctica y tienen conocidos en todos los lugares donde acampan, de manera que su vida social no disminuya en sus viajes.

El manejo de estas unidades está a cargo de sus ocupantes pero de todo el contenido que se necesita para partir, menos la comida, se ocupan sus fabricantes que satisfacen todos sus caprichos.

Para aprender a manejar estos monumentales vehículos, a veces de 16 metros de largo y dos pisos de alto, se requiere de un instructor, que la empresa pone a disposición de sus clientes.

De todos modos, cualquiera los puede manejar, ya que posee todos los adelantos tecnológicos como para que puedan permanecer al volante largas horas sin grandes esfuerzos y sin tener ningún tropiezo.

Las fábricas que producen estos singulares vehículos sólo fabrican 44 por año, dado que la mayoría demanda más de un año de equipamiento, que cada cliente puede seleccionar personalmente.

Sea Ud. también un feliz poseedor de una casa rodante de este tipo, por sólo dos millones de dólares y elija los accesorios que desee, porque el único límite es el dinero.