El Síndrome de las Vacaciones




El hecho de tomarse vacaciones puede provocar trastornos de salud.

Personas acostumbradas a una vida con alto nivel de estrés, respirando aire contaminado, aturdidos por el descomunal ruido del tráfico vehicular y atosigados por las obligaciones; pueden sufrir perturbaciones orgánicas al cambiar de contexto y tener la posibilidad de tomar sol, respirar aire puro, disfrutar del silencio y descansar más.

Cada vez son más las personas que estando de vacaciones tienen que recibir asistencia médica por distintos trastornos, tales como diarreas, malestares digestivos y de otra índole, siendo los niños los que más se enferman.

Los niños tienen mayores dificultades para adaptarse a otro habitat, aunque éste sea más saludable en todo sentido; en cambio los adultos suelen consultar debido a que los medicamentos que toman usualmente no le hacen ningún efecto.

La mayor cantidad de los afectados presentan síntomas de distintos cuadros como por ejemplo: problemas respiratorios, gastrointestinales, accidentes, quemaduras de sol, otitis, dolor de muelas, síndromes gripales, deshidratación, y conjuntivitis.

Cuando las personas cambian de ambiente y de ritmo de vida su cuerpo recibe el impacto y en general debería ser para sentirse mejor, sin embargo, se multiplican los problemas de salud que aquejan a los veraneantes durante sus vacaciones.

Los accidentes con vehículos como los cuatriciclos son los que ocasionan mayores problemas en los lugares de turismo, que requieren atención médica, la mayoría de las veces por negligencia. Se pueden ver familias enteras sobre una pequeña moto y ninguno con casco.

Es como si la gente aprovechara el tiempo libre para enfermarse o accidentarse.

Todos sabemos que cuando uno está enfermo es mejor estar en casa y no en un hotel.

Cuando salimos de vacaciones tenemos que dejar de lado las dolencias y programarnos para estar bien, saludables, de buen ánimo, dispuestos a adaptarnos a cualquier situación inusual, sin pensar en los médicos, sólo deseando disfrutar.

A veces, el hecho de salir de vacaciones genera estrés. Hay que dejar todo ordenado, las cuentas pagadas, vaciar la heladera, hacer las valijas, hacer compras y todo ese ajetreo, al que no estamos acostumbrados, puede generar un estado de tensión que se puede transformar en una trastorno de salud.

También es probable que al estar todo el año condicionados al trabajo permanente, a un esfuerzo constante, a la necesidad de cumplir con las obligaciones y principalmente el hecho de hacer todo eso apurados, hace que cuando nos liberamos de todas esas ataduras para salir de vacaciones, podamos sentirnos culpables y castigarnos con un dolor de muelas, una diarrea o una gripe.