La Creatividad y cómo incentivarla



La capacidad de soñar es esencial para ser creativo en cualquier ámbito.

Visualizar cualquier proyecto ya terminado es el primer paso e imaginar los resultados, sin comprometerse con ellos, es el siguiente.

Muchos exitosos dicen que lo más importante de un proyecto es la idea porque los recursos surgen espontáneamente de alguna fuente inesperada, si esta es buena.

Una idea no es suficiente que le agrade solo a quien se le ocurrió sino que tiene que ser analizada desde varios puntos de vista, para que a una gran mayoría le pueda resultar útil o de interés.

Walt Disney, el genial creador de los mejores dibujos animados de su tiempo, era un soñador con una gran imaginación.

Todos podemos soñar y sueños tenemos todos, pero ¿cómo plasmarlos en la realidad sin herir susceptibilidades, sin transitar por lugares comunes, siendo original, elocuente, capaz de crear algo consistente, que a la vez sirva para que la gente tome conciencia y evolucione.”

Todo esto se logra agudizando el ingenio, intuyendo las necesidades propias y de los demás, siendo capaz de soñar despierto otras realidades mejores y ayudar con inteligencia para lograrlas.

Walt Disney se atrevía a soñar pero a la vez era realista y su crítico más severo.

Estas tres cualidades para actuar con eficacia constituyen cada una de ellas una estrategia orientada al cumplimiento de los objetivos.

La etapa del soñador no necesita ser realista, porque la mente debe sentirse libre y la imaginación no tiene límites. Sólo el pensamiento nos limita, cuando se empeña en ser negativo, porque somos lo que pensamos.

La etapa del soñador responde a la pregunta ¿qué quiero hacer? y esta pregunta cuando se formula con entusiasmo y optimismo, es el detonante para que la imaginación comience a funcionar.

La etapa del realista responde a la pregunta ¿cómo lo llevo a cabo? ¿Cómo la idea se puede llevar a la práctica y poner en funcionamiento?

La etapa crítica consiste en evaluar el plan, revisarlo, analizarlo, ver qué falta para ser perfecto.

Siempre se puede volver a la primera etapa y utilizar la imaginación para cambiar el proyecto, después de haberlo evaluado en forma realista, y no para criticarse a uno mismo.

La imaginación no sería útil si no utilizáramos la reflexión, tratando de ver nuestro punto de vista desde otras perspectivas más amplias.

Ver también: Arte espontáneo I Arte espontáneo II