Sobre la Muerte Voluntaria


Con respecto a la muerte voluntaria Nietzsche nos dice en “Así habló Zarathustra”, que hay que morir a tiempo, ni antes ni después.

Los superfluos, que no viven a tiempo, tampoco mueren a tiempo y se dan importancia con su muerte, porque la muerte a todos les importa.

La muerte más victoriosa es para el que se realiza plenamente. Hay que aprender a morir así.

La muerte debe venir a mi cuando yo quiero porque el que tiene una meta y un heredero, desea la muerte en el momento justo y quien desee la gloria debe marcharse a tiempo.

Algunos llegan a demasiado viejos, otros son ya viejos siendo jóvenes pero a los que les dura la juventud la mantienen largo tiempo.

Algunos no maduran y se pudren por ser cobardes. Son muchos los que viven colgados de ese mismo árbol. Debería venir una tempestad que lo desplome.

El amor del joven es inmaduro y odia a todo el mundo, porque aún no conoce su carácter ni su espíritu, en cambio el hombre adulto tiene más de niño y menos tristeza porque comprende más a la muerte y a la vida.

El espíritu y la virtud del hombre deben seguir brillando en su agonía.