Mentalidad Neurótica




La palabra neurosis la utilizó por primera vez un médico escocés en el siglo XVIII con la intención de señalar a un conjunto de trastornos emocionales; pero es Sigmund Freud el que estudia a la neurosis en forma científica demostrando que este comportamiento tiene una raíz psíquica y no tanto biológica.

Los neuróticos necesitan más que otros ser amados, y aceptados; por lo tanto tratan de llamar la atención y ser el centro.

Pueden estar siempre lamentándose de sus desdichas o bien pueden adoptar una actitud de negación demostrando que su vida es perfecta.

Tienen una necesidad excesiva de reconocimiento y por este motivo tratarán por todos los medios de agradar a los demás. Pueden actuar en forma paternalista con la intención que otros hagan lo mismo con él y hacer más de lo que pueden para que se lo reconozcan.

Se identifican con los exitosos porque necesitan poder y ocupar puestos de liderazgo, lo que lo obligará a imponerse metas demasiado altas difíciles de alcanzar.

La búsqueda de un status destacado es el resultado de su baja autoestima, el conflicto con él mismo y su sentimiento de aislamiento y soledad.

Un neurótico es autosuficiente, no necesita consejos y piensa que nadie puede saber más que él.

Buscan la perfección en todos los aspectos y cuando no lo logran se sienten tensionados y angustiados.

Temen la crítica y también a equivocarse pensando que si cometen errores harán el ridículo y serán abandonados.

Un neurótico es inteligente, extremista, perfeccionista, agresivo, culposo, egoísta e inmaduro.

La raíz de la neurosis, según la teoría freudiana, son las experiencias no resueltas de la infancia.

La angustia es su principal síntoma y contamina toda su vida. Vive preocupado, es ansioso e inseguro y la incertidumbre le produce síntomas físicos.

El temor a sentirse rechazado lo obliga a vivir haciendo más de lo que puede, cumpliendo roles y asumiendo responsabilidades que no le competen.

Los neuróticos son rígidos, inflexibles, reiterativos y rechazan los cambios.

El comportamiento neurótico se caracteriza por la necesidad de manipular a sus víctimas.

Pero en general, en una sociedad organizada, todos tenemos conductas neuróticas que de alguna manera nos sirven para desenvolvernos y convivir con otros igualmente neuróticos,

El neurótico es avasallador, controlador, asfixiante y adherente y está siempre insatisfecho. El conflicto es consigo mismo porque no está a la altura que cree debería estar.

Los neuróticos pueden pedir ayuda, se quejan, lloran, pero no cambian, porque son desconfiados y omnipotentes y sólo escuchan lo que quieren oír.

El sentimiento de inferioridad es una de las causas esenciales de las neurosis, la impotencia de no poder llegar a ser lo que cree que debería ser.

Convivir con un neurótico es difícil porque no cambian, pero no es una excusa para el que tiene que estar con ellos no se desarrolle y crezca.

Además, tenemos que reconocer que en definitiva todos somos un poco neuróticos tratando de sobrevivir en una sociedad también neurótica.