El Colon Irritable se puede controlar




El síndrome del colon irritable suele afectar a una persona desde una larga data. No llega a ser generalmente una enfermedad grave pero basta para entorpecer las actividades normales de la vida de una persona.

Sensación de pesadez, dispepsia, meteorismo, irregularidad intestinal que exige mover el intestino en cualquier momento, hemorroides, diarrea, constipación, y otros trastornos más o menos molestos.

Generalmente, estas personas tienen una personalidad de tipo ansiosa, activa, exigente consigo misma y con los demás, intolerante, impaciente, iracunda, con altas expectativas y rápidas para proceder y tomar decisiones.

Este tipo de personalidad crea hábitos propicios para sufrir de colon irritable, priorizando cualquier actividad antes que las necesidades físicas.

Estos pacientes suelen deambular por los consultorios de muchos médicos que no llegan a solucionar el problema, principalmente por el hecho de que no están dispuestos a cambiar sus hábitos.

El cambio de hábitos perjudiciales para la salud es algo muy difícil, porque es la forma que un individuo ha adoptado para combatir su ansiedad.

Las adicciones a las drogas, al alcohol, a la bebida o a la comida, necesitan un tratamiento con apoyo constante para evitar reincidencias y en el caso de los que padecen colon irritable se puede decir que exige lo mismo, o sea un cambio de hábitos que favorecen la persistencia de esta enfermedad.

El control de uno sólo de estos hábitos, puede significar en muchos casos la cura, pero aunque parezca muy fácil, ya que de tan fácil la gente lo olvida, resulta muy difícil deshacerse de él y aprender una nueva costumbre más saludable.

Se trata de sentarse para comer y hacerlo despacio, masticando como mínimo veintiocho veces cada bocado, aunque se trate de alimentos blandos.

Ustedes que han recorrido un largo camino lleno de frustraciones tienen en sus manos la herramienta que los liberará de sus sufrimientos, que sólo requiere un cambio de hábito.

Las bebidas deberán ser consumidas en pequeños sorbos, de manera de darles tiempo para mezclarse con la saliva que es el primer paso del proceso de la digestión de los alimentos.

Prueben un solo día y verán los resultados, pero no se pueden olvidar de masticar veintiocho ni siquiera un solo bocado, porque en este sentido no puede haber excepciones.

Peguen un papel en la pared de la cocina para acordarse, porque el principal problema de este recurso es la falta de memoria.