El Estrés Laboral



Las encuestas revelan unas cifras preocupantes con respecto al estrés en el trabajo, que representa un solo aspecto de este fenómeno, ya que afecta a todas las áreas de la vida de una persona.

El que sufre estrés en el trabajo, rinde menos que el que no tiene este problema, porque se enferma más, a veces gravemente y además se torna una persona descontenta, enfermiza e improductiva.

El miedo a perder el empleo es un motivo para tener estrés. En primer lugar porque es difícil conseguir otro trabajo, luego, las personas tienen compromisos, obligaciones que cumplir mensualmente que no podrán cumplir si los despiden, aunque les den indemnizaciones, porque que muchas veces se pagan después de un juicio.

También genera estrés el hecho de no estar haciendo el trabajo que a uno le gusta. Además de sentir frustración se puede sentir poca motivación para trabajar y vivir la jornada laboral en permanente disgusto.

Las personas con cargos de responsabilidad sufren mayor estrés que los empleados que trabajan bajo las órdenes de otros.

El estrés laboral puede producir ansiedad, fobias, depresión y adicciones, a la comida, al alcohol y al cigarrillo.

La Consultora Integral Operativa (CIO), realizó un sondeo en más de cuatro mil personas en países como Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, México, Perú, Venezuela y otros; para evaluar el nivel de bienestar de los trabajadores.

Con los resultados obtenidos el índice de bienestar personal de los trabajadores de Argentina era el más y el de Chile el más alto, teniendo en cuenta indicadores como el agotamiento físico y mental, la depresión, la ansiedad y las adicciones.

Es estrés laboral puede producir estados de angustia, apatía, irritabilidad, dificultades de concentración y razonamiento, tensión, incapacidad para tomar decisiones, depresión, insomnio y trastornos orgánicos funcionales como cardiopatías, problemas digestivos, migrañas, etc.

Estos problemas no son solamente para el que trabaja sino también para la empresa ya que su desenvolvimiento se ve afectado por el ausentismo, la rotación, la improductividad y el poco compromiso personal de los empleados con la empresa.

Para atender este problema, los trabajadores en relación de dependencia tienen que reconocer si el trabajo que están haciendo les gusta y si es realmente para ellos, y bucear en su interior si no existen otras motivaciones a las que se está renunciando o que se están postergando.

Por otro lado, es importante el cuidado del cuerpo; alimentarse bien, hacer ejercicio en forma regular, que es la mejor opción para disminuir el estrés; pero principalmente replantearse los propios objetivos para esclarecer las verdaderas causas del descontento.

Fuente: “Estrés, un mal que no es menor”, de Marilina Esquivel, para La Nación, Sección Empleos, sobre Encuestas y Salud del 19/7/09