Cleptomanía





La Cleptomanía es el impulso incontrolable de desear apropiarse de objetos ajenos, que por lo general les resultan innecesarios a las personas que se dedican a sustraerlos.

A veces, puede deberse a un afán de amontonar cosas que no necesariamente les satisfacen.

El robo en los supermercados y las grandes tiendas provocan sustanciales pérdidas a sus propietarios todos los años.

Individualmente la gente sustrae sólo unas pocas cosas para pasar inadvertido, pero la masiva concurrencia a estos lugares de compras hace que se multipliquen la cantidad de objetos robados y que lleguen a adquirir magnitudes extraordinarias.

Sin embargo no todos son cleptómanos, algunos roban por necesidad y otros por diversión.

Los cleptómanos representan solo el 5% de los ladrones de supermercados, de los cuales dos de cada tres son mujeres.

La Cleptomanía se relaciona con varios cuadros clínicos, entre ellos, con el trastorno obsesivo compulsivo, con algunas neurosis y con trastornos de personalidad.

Estas personas no pueden evitar esta conducta que algunos consideran adictiva.

Este comportamiento está vinculado a la compulsión por comprar, a la ansiedad, a la depresión y a los problemas de la alimentación.

El cleptómano suele ser una personalidad infantil que no puede postergar y que necesita tomar de inmediato lo que desea, debido a insatisfacciones o privaciones afectivas o materiales sufridas en etapas tempranas del desarrollo.

Pueden ser personas que disponen del dinero para comprar los productos que desean pero que prefieren apropiarse de las cosas sin pagarlas.



Se trata de personalidades fabuladoras que tienden a fantasear, engañar, ocultar y mentir.

Esta conducta no es privativa de las clases sociales bajas sino que se observa en la misma proporción en negocios ubicados en barrios de alto nivel adquisitivo y en algunos comercios representa el 2% de la facturación.

Los robos pueden adoptar distintas modalidades, ocultando mercadería entre las ropas o carteras, en connivencia con el cajero que omite facturar productos, cambiando los códigos o llevándose ropa puesta sin pagar.

En el caso de los cleptómanos es una afección que puede llegar a ser seria y que es necesario tratar.

Actualmente algunos jóvenes roban por diversión, una avivada que les deja réditos, creyendo al mismo tiempo que ese comportamiento trasgresor mejora su imagen en el grupo.