La Tanatología y el buen morir





La tanatología es la disciplina que se ocupa de todo lo relacionado con la muerte y la agonía y todo lo que se refiere al proceso de morir, tanto para el protagonista como para los que lo rodean.

Según Stella Maris Maruso, tanatóloga, terapeuta biopsicosocial, conferencista a nivel internacional, especialista en drogas endógenas y biofeedback computarizado, y fundadora y directora de la Fundación Salud en Buenos Aires, Argentina, vivir bien te enseña a morir bien.

Vivir bien, para esta investigadora, es vivir con sentido y darse cuenta qué es lo que no podemos soltar y nos tiene atrapados en esta vida.

Esta profesional ha tratado a más de veinte mil pacientes con cáncer y ha sido testigo de milagros, de remisiones espontáneas, de muertes dulces y placenteras que le han dado la sabiduría necesaria para mejorar su vida y enseñar a los demás a hacer lo mismo.

Sus enseñanzas intentan desarrollar la inteligencia superior que tienen los seres humanos para aceptar a la muerte como un proceso de transición, con amor, alegría y paz interior.



Vivir una vida intensa y plena de sentido nos llena de satisfacción y nos ayuda a enfrentar el misterio de lo desconocido con fortaleza y sabiduría, con la convicción de que la muerte es por fin el descanso merecido.

La sociedad actual vive una neurosis de falta de sentido, no le dan valor a la existencia ni pueden encontrarle un propósito.

Esta necesidad de sentido en esta época materialista se canaliza a través del consumo compulsivo de bienes, experiencias y hasta en búsquedas espirituales que no tienen la profundidad necesaria para darse cuenta del significado de la existencia.

Carl Simonton, dice que cuando un paciente tiene cáncer o cualquier otra enfermedad grave, lo primero que hay que investigar es si tiene miedo y qué es lo que cree.

Robert Ader, creador de la psiconeuroendocrinoinmunología ha demostrado que existe una relación mente cuerpo a nivel neurológico y que una emoción equivale a un estado fisiológico, dependiendo la inmunidad de los estados emocionales.

Las emociones como la rabia, el rencor, la envidia, la preocupación la falta de esperanza, hacen que la enfermedad avance y que en cambio, cuando se pueden manejar mejor esos estados emocionales, la química del cuerpo hace lo mismo y puede evitar que la enfermedad avance tan rápido y hasta puede curar al enfermo.

Según esta propuesta, la felicidad no la puede proporcionar el afuera sino que es un estado interno que hay que alcanzar a nivel bioquímico.

Un pensamiento puede producir el equilibrio bioquímico que conocemos como felicidad, aunque la felicidad perfecta se logra cuando no hay pensamiento alguno.

Según Stella Maris, nuestro cuerpo puede producir voluntariamente todas las drogas que el cuerpo necesita para estar sano y con excelente estado de ánimo.
El problema es que la gente centra su atención en los deseos del ego que es el que está siempre insatisfecho.

El dolor fortalece y el sufrimiento es lo que se logra cuando se pone resistencia al dolor. Si nos entregamos al dolor, puede actuar y sanar.

El dolor puede superarse con creatividad, creando un nuevo sentido a la vida, un nuevo propósito relacionado con el amor al prójimo.

Hasta el último minuto de la vida existe un propósito y se puede trascender el dolor físico dedicándose a ello.

La mayoría de la gente cree que el momento de la muerte puede ser dramático y sin embargo no suele ser así, al contrario, la mayoría se va silenciosamente y tranquilamente y muchas veces con una sonrisa, principalmente aquellos que están en paz consigo mismos.

Stella Maris dice que la muerte es como un parto normal, es algo natural cuando uno se entrega.