Cómo revertir la edad biológica





En primer lugar, para retardar el envejecimiento e inclusive revertir los efectos del paso del tiempo, tenemos que liberarnos de todas las conductas aprendidas que pueden resultarnos tóxicas;  cambiar la forma de percibir el cuerpo y modificar nuestro concepto sobre el envejecimiento y sobre el tiempo.

Si tomamos como punto de referencia al Ego, envejecemos con el paso del tiempo, si en cambio el centro de referencia es el si mismo, el tiempo parece detenerse, sólo existe el Ser esencial, la conciencia sin edad y sin tiempo.

La meditación es una forma de reposo consciente que practicada dos veces por día durante veinte minutos como mínimo produce cambios favorables en nuestro cuerpo físico y psíquico; y el descanso profundo nos renueva si respetamos los ritmos biológicos del sueño.

La alimentación sana nos rejuvenece, cuando nutre el cuerpo en forma placentera y conscientemente respondiendo a las señales de hambre y no a los estímulos externos,  o como recurso para canalizar las emociones.

Existen complementos nutricionales que actúan previniendo enfermedades coronarias, el cáncer, el deterioro mental y la pérdida de la memoria, para las articulaciones y para aumentar la inmunidad, que si se toman conscientemente, o sea pensando en su poder vitalizador, antioxidante y rejuvenecedor potencian sus efectos.

Se puede revertir la edad biológica aumentando la integración entre la mente y el cuerpo, practicando técnicas de respiración, haciendo algunos ejercicios de yoga o tai chi, y prestando atención a las señales que emite el cuerpo cuando se disocia de la mente.

El ejercicio físico es una forma de mantenerse saludable y joven. Es importante realizar una actividad física diaria en forma regular como mínimo treinta minutos por día, porque el ejercicio físico revierte todos los registros biológicos propios del envejecimiento.

La dieta no debe contener sustancias tóxicas, como el alcohol, y debe incluir abundante cantidad de agua, porque las toxinas que conscientemente aceptamos en nuestras vidas nos envejecen.

Las relaciones personales también pueden ser tóxicas y producirnos trastornos emocionales y problemas de salud, por lo que es necesario mejorarlas o bien eliminarlas de nuestra vida.

La flexibilidad y la creatividad revierten la edad biológica; es necesario aprender a abandonar el control y aceptar lo que no se puede cambiar, evitando comprometerse demasiado con los resultados y disfrutando más de los procesos.

La creatividad para ayudarnos a nosotros mismos y a los demás nos llena de entusiasmo y ayuda a purificar el cuerpo y el espíritu.

Un antiguo escrito védico dice que la flexibilidad y la creatividad, cuando son infinitas, se convierten en el secreto de la inmortalidad.

El amor es la fuente de la juventud, por lo tanto tiene que ocupar la mayor parte de nuestra vida para hacernos sentir felices y retardar los efectos del envejecimiento.

El amor se demuestra escuchando atentamente a los demás sin interrumpir; expresando el afecto sincero por lo menos a una persona por día, poniéndose en contacto con amor con las personas cercanas y canalizando la energía sexual adecuadamente.

Mantener la mente joven, prestando atención a las experiencias sensoriales internas y externas y aprendiendo siempre algo, nos hace crecer sin estancarnos; y disfrutar del esparcimiento sano, de la distracción placentera y del humor, y activa y fortalece nuestro sistema inmunológico.

Los seres humanos necesitamos para vivir, no sólo alimentación saludable, vitaminas, ejercicio físico, amor y descanso reparador; sino también cambios estimulantes, significados, proponernos objetivos y enfrentar nuevos desafíos, para poder sentirnos vivos y creer que esta vida vale la pena ser vivida.

Fuente:”Rejuvenezca y viva más tiempo”, Dres. Deepak Chopra, y David Simon.