2012, el comienzo de una Nueva Era mejor




En general, la mayoría no está contenta con el mundo en que vive. Todavía existen guerras, muertes innecesarias, pobreza, injusticias, crímenes absurdos, hambre, miseria, ignorancia, infelicidad, descontento y otras muchas calamidades.

Sin duda nuestro mundo no puede estar peor, de modo que en 2012 lo único que puede pasar es que las cosas mejoren.

Nadie puede ser feliz rodeado de tanto infelicidad colectiva, o sea que lo que cabe esperar es que todo mejore.

Suceden muchas cosas buenas, personas que ayudan al prójimo, médicos que salvan vidas, científicos que descubren nuevos medicamentos y erradican enfermedades y muchos seres comunes que trabajan y que aman y cuidan a sus familias; pero lamentablemente esas noticias no venden y nadie se entera.

Todos deseamos las mismas cosas, queremos ser felices y que los demás también tengan la oportunidad de serlo y rechazamos la maldad y el egoísmo en todas sus formas; pero muchos bajan los brazos y están perdiendo la fe.

Sin embargo también son muchos los que comienzan a pensar de una manera diferente. Es la gente que comienza a despertar a un nuevo estado de conciencia y que se está dando cuenta que la única forma de cambiar es viendo el mundo desde otra perspectiva; de una manera nueva que deje atrás antiguas estructuras que nos están haciendo a todos tan infelices.

Los seres humanos no necesitamos tantas cosas para vivir, porque la mayor parte de nuestras necesidades son ficticias, creadas por la publicidad y la propaganda.  De hecho los que tienen todo son los más infelices y se tienen que drogar para poder seguir viviendo.

La economía mundial no depende de seguir produciendo más basura que no se necesita, sino productos que estén al servicio del hombre, crear nuevos recursos, ayudar a que la naturaleza haga su trabajo, cuidar el ambiente, generar condiciones de vida dignas y permitir el acceso a la educación a todos.

El cambio de conciencia permite cambiar la perspectiva, ver mejor, con más claridad, saber quiénes somos, dónde estamos y hacia dónde vamos.

Necesitamos vivir de una forma más auténtica y dejar vivir a los demás del mismo modo; abandonar las máscaras y los personajes y dejar que salga afuera la conciencia.

Tenemos que atrevernos a ser nosotros mismos y no creer que hay modelos de ser, que son mejores, porque cada uno nació para ser único y distinto.

Si aceptamos la vida como es cuando la realidad no depende de nosotros, hace que podamos trascenderla; y si tenemos el coraje de cambiar de nosotros mismos lo que podemos seremos más felices; porque el verdadero cambio viene de adentro, no de afuera.

El milagro del 2012 será que el cambio no producirá ningún derrumbe económico, que se resolverán las grandes diferencias, y que todo ese prodigio no lo hará ningún gobierno, ni será un cambio por obligación, sino por convicción, gracias a un nuevo estado de conciencia.

No tengamos temor a lo desconocido presagiando que va a ser peor, porque todo lo nuevo siempre es mejor. Pensemos desde un nivel más alto y proyectemos un futuro venturoso, próspero y más justo donde todo sea posible.

Hagamos que las palabras se conviertan en hechos, no nos quedemos en la retórica o en el plano de los deseos insatisfechos.
Cada uno a su nivel piense qué puede hacer, qué es lo que está haciendo que está a su alcance y que es lo que todavía no se atreve hacer y puede.

2012 será el momento del hacer y no del decir, de dar lo mejor sin esperar recompensa ni éxito y de sentirse feliz y pleno por ello.

Así como muchos nos acostumbramos a la comida saludable, hábito que luego nos hace rechazar voluntariamente lo tóxico, también nos acostumbraremos a vivir naturalmente sin tanto artificio, para lograr la armonía, la paz y el bienestar para todos.