El zen es algo que no se puede describir, es un fenómeno singular de la conciencia.
No es conocimiento ni pensamiento, no es filosofía ni religión; tampoco es metafísica ni esoterismo sólo se trata de aceptar la realidad tal cual es, porque la aceptación transforma lo que es en lo que anhelamos
Sólo exige ser espontáneo; y al vivir la inmediatez de la vida, convertir lo mundano en sagrado.
La perspectiva zen convierte la tierra en cielo.
El zen es tanto terrenal como no terrenal y no tiene interés ni en el pasado ni en el futuro, porque sólo le importa el presente, que es eternidad en el tiempo.
La enseñanza del zen se centra en cómo estar en el presente, echar raíces en lo que es ahora, abandonando el pasado que ya no es y sin preocuparse en el futuro que todavía no es.
La verdad ya está en nosotros y forma parte de nuestra naturaleza, no se puede transmitir, el maestro sólo puede ayudar a ver con claridad cuando el discípulo se entrega.
Cuando podemos ver claro surge una gran felicidad, un enorme júbilo, es darse cuenta de la belleza del ahora, de la dicha de la existencia, es la paz, la alegría, la experiencia del encuentro y la unión, el éxtasis, la iluminación.
Al entregarse en esta vida se alcanza una vida diferente, una vida de luz, de amor, más allá de la muerte, más allá del tiempo y del espacio.
El maestro ayuda a realizar la propia experiencia, te enfrenta contigo mismo, te hace dar cuenta de tus recursos interiores, de tu propia divinidad, sin palabras, porque las palabras hacen olvidar las experiencias.
El saber está siempre presente pero este saber es muy diferente del conocimiento, porque se puede ver la existencia tal cual es. El saber es la entrada a lo divino.
El conocimiento puede servir en la práctica mundana para ganarse la vida pero no hay que permitir que nos aparte del saber natural, de lo divino.
Fuente: “El hombre que amaba las gaviotas y otros relatos”, Osho, Grupo Editorial Norma, 2003.
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Hola Malena! Buenos días! Qué tal? Yo bien. Estoy mejor de hablar contigo. Yo creo que he tenido esa sensación que dices. De saber lo esencial. Yo soy cuando estoy en la ciudad mi mente gira en torno a una idea. Una idea base.
ResponderEliminarMe da miedo llegar a saber cosas importantes de la vida. Cuando llego a sabiduría me da miedo. Porque no sé qué hacer con ese conocimiento. Es un arma?
Gracias Malena! Hasta luego!
Pablo Manuel
Hola Pablo, a medida que avanzamos en la vida vamos siendo más conscientes y vemos cosas que otros no ven. La sabiduría es eso adquirir el conocimiento de la vida que nos da la experiencia y la sensación de trascendencia; el desinterés por lo material y el incremento del interés en las experiencias que nos conmueven a nivel del alma. La sabiduría es para uno mismo, los demás tienen que darse cuenta solos si es que llegan a experimentarla alguna vez. No tienes nada que hacer simplemente dejarte guiar por ese nuevo discernimiento que lo sabe todo y confiar. saludos, malena
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