Ética y Economía




La abundancia del siglo XXI descansa sobre los restos de la naturaleza devastada por el abuso. 

Esto es lo que afirma Rodolfo Tarraubella, empresario ecologista que preside una empresa líder en el desarrollo de energías renovables para un desarrollo sustentable.

Preocupado por el ambiente y con conciencia ecológica, Tarraubella está convencido que su situación económica personal no tiene por qué estar reñida con la sustentabilidad general.

Por eso él vende servicios de sustentabilidad, con bonos de carbono, productos orgánicos, tecnologías limpias, forestación y logra obtener ingresos para él mismo y para beneficio de todo el planeta y de las futuras generaciones.

Tarraubela sostiene que cada uno, desde su lugar, puede trabajar con el mismo fin, lo importante es tener la visión ecologista en cada ámbito.

Ética y economía pueden marchar juntas cuando todos tomen conciencia de qué  es lo que está haciendo que no condice con el desarrollo sustentable.

El marketing conceptual tiene la intención de terminar con el juego perverso entre la imagen que se vende y la realidad.

Lo importante es que la gente no se crea todo lo que ve, lo que le dicen, ni compren todo lo que le venden; que ejerciten el juicio crítico antes de comprar y que tengan más conciencia de lo que compran y consumen.

Es necesario desarrollar la voluntad de decir NO con plena convicción, buscar alternativas, elegir y eludir la manipulación ideológica.

El cambio siempre es de adentro para afuera y es inimaginable la influencia que puede tener cada uno si está totalmente convencido de ser más consciente al consumir.

Hay que decidirse a practicar conductas coherentes con el principio de sustentabilidad; como comer alimentos orgánicos, usar la bicicleta o el transporte público en vez del auto, y ser responsable en el manejo de una actividad productiva privada.

Cualquier proyecto ecológico tiene que ser rentable, de otro modo tampoco es sustentable.

Cuando la empresa individual no es coherente con el desarrollo de la vida, solo gana uno pero pierden todos los demás.

La sustentabilidad es el modelo de desarrollo que satisface necesidades presentes sin afectar las de las generaciones futuras.

Hace treinta años la idea de impacto ambiental era descabellada, hoy es ley para cualquier nuevo emprendimiento.

Fuente: “Uno mismo”, “Espíritu y Empresa”, entrevista a Rodolfo Tarraubella, por Daniel Casaretto.