Reinserción Social




Varios jóvenes egresados de un hogar de menores y que hoy han logrado ser independientes, intentan ayudar a los que pronto tendrán que hacer lo mismo.

Son personas que tienen entre veinte y veintiséis años que se reúnen en un garaje del barrio de Chacarita de la ciudad de Buenos Aires,  para contar sus experiencias a jóvenes que están por atravesar por la misma situación que ellos pasaron hace unos años.

En general, todos han experimentado una de vida de pobreza, maltrato y abandono; pertenecen a familias disfuncionales, tienen muchos hermanos y casi todos un padre ausente.

Una guía virtual les brinda a los nuevos egresados los instrumentos que necesitan para iniciar una nueva vida. La guía les enseña cómo pueden capacitarse, cómo conseguir trabajo, cómo obtener una garantía para poder alquilar o cómo aprender a ahorrar dinero.

Los egresados de esos establecimientos tienen que enfrentar problemas económicos, laborales y sociales y esta guía les facilita ese proceso.

La vida de estos jóvenes pudo cambiar porque se dieron cuenta que sólo dependía de ellos, de su propia voluntad.

Para estas personas empezar una nueva vida haciéndose cargo de ellos mismos lejos de sus familiares es lo más difícil.

Para lograr una buena reinserción en la sociedad ofrecen diez consejos:

Tener la documentación en regla

Capacitarse antes de egresar del hogar

Buscar trabajo

Ahorrar

Asistir a terapia en el hogar

Solucionar el problema de vivienda antes de salir

Terminar el colegio secundario

Establecer buenos vínculos

Ser agradecido

Cumplir con los puntos anteriores para egresar en las mejores condiciones

A algunos les cuesta reconocer que lo mejor sea alejarse de sus familias, aunque sólo les proporcionen malos ejemplos y esa relación los perjudique. Es difícil aceptar tener que renunciar a la familia y no verlos más porque además del conflicto emocional que produce, genera culpa.

Estos chicos no se valoran, no saben amar, llorar ni perdonar ; y como no tienen esperanzas se vinculan con malas compañías y aprenden a robar y a drogarse.

Pero cuando se ha caído tan bajo pueden ocurrir dos cosas: o se mueren o piden ayuda para cambiar.

Lo más conmovedor es que después de ese infierno, ayudar a los otros se convierte en el sentido a sus vidas.

Fuente: "La Nación", "Experiencias de vida que hoy sirven de brújula a otros", Mauricio Giambartolomei. Noviembre 2011.