Relaciones de amor obsesivas


Hay personas que cuando se relacionan afectivamente con una pareja se obsesionan, porque lamentablemente es su forma de amar, una manera posesiva que no admite a nadie que pueda interferir y quitarle protagonismo.

Es un problema de relación que es difícil controlar porque comienza a desarrollarse en la infancia y se manifiesta en todas las relaciones, ya sean padres, hijos, hermanos o amigos.

Es una actitud muy destructiva porque arruina todo vínculo y se convierte en una guerra eterna con el otro, que no tiene fin.

La gente confunde amor con obsesión.  La obsesión no es amor sino egoísmo y deseo de manipulación.

Las personas que se relacionan de esta manera no se dan cuenta de los límites y desconfían, se sienten inseguras, necesitan que les digan que las aman, que los otros les confirmen sus sentimientos.  No pueden creer en nadie, se sienten solas, confundidas y cometen errores que no tienen solución.

Cuando la relación prosigue aunque sea tortuosa es porque el otro se ha adaptado y ha aprendido a mentir para no despertar sospechas, aunque sea inocente.

Si el sujeto es descubierto entonces se cumple el presagio de la pareja obsesionada, al confirmar que le otro le miente.

Si ambos son conscientes del modo de relación que tienen, cosa bastante difícil sin apoyo terapéutico, entonces ya es un comienzo para el cambio.

No se trata de terminar con la relación sino de trabajar en este problema, tratar de saber cómo comenzó todo, cómo piensan, qué sienten y como se comportan para mantenerse juntos, aunque lo más importante será el nivel de compromiso que tengan ambos para encontrar una solución que implique cambios en el modo de relacionarse.

El que se relaciona obsesivamente tiene que aprender a ser independiente y considerar al otro como otro y no como la prolongación de si mismo; y abandonar la táctica de manipularlo para lograr que haga su voluntad para no perder su protagonismo.

La clave es la sinceridad, la honestidad y el diálogo.

Cuando una persona está convencida que el amor es sufrimiento y que no puede vivir sin el otro, se ha alienado, deja de ser ella misma para convertirse en una sombra que sólo vive para descubrir lo que su obsesión presiente.

Suelen ser personas monotemáticas que siempre están hablando de su pareja y que no tienen otro tipo de conversación que no sea esa.