La tiroides y su relación con el psiquismo





El sistema nervioso central y el funcionamiento de otros órganos importantes, están estrictamente relacionados con la glándula tiroides y la producción de sus hormonas.

Cuando esta glándula no funciona correctamente produce trastornos en el comportamiento y en el estado de ánimo, como depresión o irritabilidad que a veces son tratados como problemas psiquiátricos si no se tiene en cuenta el funcionamiento de esta glándula.

Hoy en día sin la glándula tiroides se puede seguir viviendo normalmente, porque se le suministran al paciente las hormonas que produce, posibilidad que no existía antiguamente.

Una pequeña dosis de esas hormonas puede modificar radicalmente el estado de ánimo y la conducta, las tendencias, las preferencias, la capacidad de tolerancia, el grado de impulsividad, la conducta sexual y las relaciones familiares.

Las personas que padecen hipotiroidismo, pueden sufrir de cansancio, sueño, desgano, jaquecas, problemas de memoria y de concentración y disminución de la libido; todos síntomas semejantes a la depresión.

En cambio, las que tienen hipertiroidismo, sufren de nerviosismo, hiperactividad, taquicardia, irritabilidad, síntomas que se asemejan a las crisis de pánico o a los episodios de excitación.

Por esta razón el control del funcionamiento de la glándula tiroides es fundamental por la acción que ejercen las hormonas que produce sobre el estado anímico y también sobre el normal desarrollo del cerebro de los bebés en gestación, aunque éstos se encuentren protegidos hasta el momento de su nacimiento por las hormonas de la madre.

Las hormonas de la glándula tiroides se denominan T3 y T4. Las primeras incrementan el nivel de serotonina, sustancia química que se encuentra en las conexiones nerviosas que interviene en el equilibrio del estado anímico, y funcionan como un antidepresivo.

Por eso, a los pacientes que no mejoran con antidepresivos se les administra la hormona T3 de la glándula tiroidea aunque el funcionamiento de esta glándula sea normal.

La hormona T4 también interviene activamente en el funcionamiento de los órganos más importantes e influye en el estado anímico.

Cuando no se logra restablecer el equilibrio con el reemplazo hormonal debido al mal funcionamiento de la glándula tiroides, se hace necesario extirparla.

Los pacientes con trastornos psiquiátricos frecuentemente tienen un mal funcionamiento de su glándula tiroides. Es necesario corregir esta anomalía para poder lograr un normal funcionamiento intelectual y emocional.

Fuente: “Viva”; “Consultorio”; Norberto Abdala.