El Bienestar





El bienestar es un estado psicofísico de plenitud y placer por la vida que viene de adentro y que se relaciona con la producción de endorfinas.  Sin embargo, nuestra conducta, nuestra forma de relacionarnos y nuestro modo de ver el mundo pueden ayudarnos a aumentarlas.

La producción de endorfinas se produce de una manera natural para brindarnos la sensación de bienestar y felicidad, pero también podemos incentivarla por medio de actividades que nos agradan.

Las endorfinas nos ayudan a calmar dolores, contribuyen a liberar hormonas sexuales, fortalecen la inmunidad y regulan el apetito.  Se relacionan con los placeres de la vida, lo que nos gusta hacer, lo que nos proporciona gran satisfacción, como por ejemplo dedicarnos a la jardinería, al deporte, a la cocina, a leer, a saborear algo rico, o sea todas actividades que más nos hacen felices y que cuando las realizamos nos hacen perder la noción del tiempo.

Un estado de bienestar absoluto reduce el estrés y la ansiedad y brinda una mejor calidad de vida.

Para la doctora Pérez de Campana, especialista en clínica médica, el ejercicio físico, principalmente aeróbico, correr, nadar, andar en bicicleta, son las actividades que producen mayor cantidad de endorfinas, pero además hay factores psicológicos que también intervienen como el optimismo, la creatividad y la esperanza.

En primer lugar, la actividad física, es el recurso más común que  además de aumentar las endorfinas, ha demostrado  ser lo más eficaz para sentirse mejor, para eliminar dolores y levantar el ánimo; y cuyos efectos pueden durar hasta 24 horas.

Los aromas también se relacionan con el estado de ánimo, nos permiten recordar momentos agradables y felices y generar endorfinas.

Divertirse y reírse a carcajadas resulta ser muy saludable, porque libera tensiones y mejora la respiración. La risa es uno de los factores más liberadores de endorfinas.

La música puede mejorar nuestro estado de ánimo cuando nos agrada, puede volvernos más alegres, más románticos y también nos puede ayudar  a relajarnos y a sentirnos mejor.

Las técnicas de relajación (meditación, visualización, masajes, etc.),  también producen aumento de endorfinas y disminuyen el estrés.

Vivir en el presente, elaborar proyectos, tener esperanza e ilusiones, ser optimistas y tener expectativas posibles y poder alegrarnos por cada objetivo cumplido,  nos hacer sentir de buen humor y vivir mejor.

Tener un hobby que nos apasione, como pintar, por ejemplo, es una actividad que nos permite expresarnos y elevar nuestro nivel de endorfinas; y lo mismo nos produce  disfrutar de los alimentos, degustarlos pausadamente, distinguiendo cada sabor con todos los sentidos.

Más que las actividades en sí mismas es nuestra buena disposición hacia ellas la que las hace saludables y productoras de endorfinas; por eso, la actitud que tengamos hacia la vida es la que hace la diferencia.

Vivir relaciones sexuales satisfactorias produce endorfinas, mejora la calidad de vida, eleva la autoestima y mejora el estado de ánimo.

Las endorfinas proporcionan tranquilidad, bienestar y buen humor, disminuyen el dolor, prolonga la juventud, mejora el sistema inmunológico, reduce la tensión arterial y la ansiedad, tiene un efecto antidepresivo y aumenta la autoestima.

Fuente: “Buena Salud”, No,238.