Sea proactivo, no reactivo




Ser proactivo es una actitud, una forma de ser que consiste en dirigir la propia vida hacia el logro de una vida plena.  Lo contrario de esta manera de vivir es ser reactivo.

La persona reactiva es la que reacciona frente a las dificultades con una actitud derrotista, la que vive quejándose con miedo a que los demás la superen, la que busca culpables cuando se equivoca, la que piensa solo en sí misma, la que se siente víctima; la que reacciona frente a los hechos sin asumir su responsabilidad, la que se dedica a tapar agujeros y no intenta  buscar soluciones de fondo y la que vive reaccionando sin mostrar ninguna imaginación.

La persona proactiva en cambio, planifica, proyecta, elabora estrategias, se adelanta a los acontecimientos, y es capaz de resolver problemas y de encontrar soluciones nuevas.

Ser proactivo es ser capaz de tomar las riendas de la propia vida, estar dispuesto a tomar decisiones, hacerse responsable de las acciones y sobre todo exige saber lo que se necesita y hacer lo que se pueda para lograrlo.  Es ser perseverante y creativo, es aprender de los errores y ver los conflictos como oportunidades, es tener capacidad de iniciativa y amplia confianza en uno mismo.

Ser proactivo no es ser hiperactivo ni atropellado, ni tampoco desorganizado, al contrario, es alguien que se toma su tiempo.  Es aquel que para tomar una decisión  tiene en cuenta sus propios valores,  que se conoce bien y actúa en el momento preciso, que tiene el necesario control emocional como para no necesitar imponerse a los demás;  que se siente seguro de sí mismo, que ama los desafíos y el cambio y que no le molesta la incertidumbre.

Lo bueno es que se puede aprender a ser proactivo, controlando las propias emociones y los propios actos, aceptando lo que no pueden, tratando de encontrar alternativas viables que  permitan disfrutar de cada momento.

Ser proactivo favorece el aprendizaje,  enseña a aprovechar las circunstancias para el propio beneficio y no quedarse bloqueado por no poder cumplir con lo que se planifica o proyecta.

Ser proactivo es estar dispuesto siempre a avanzar pero nunca a retroceder en cualquiera de los procesos de crecimiento y desarrollo.