Hacker de cerraduras magnéticas




La creatividad cibernética al servicio del delito no tiene límites.

Cuando los grandes hoteles de Estados Unidos creyeron que con el sistema de tarjetas magnéticas en las cerraduras de las habitaciones habían logrado el máximo nivel de seguridad para sus clientes; el hacker William Brocious, de 24 años, descubrió la fórmula para abrir todas las cerraduras de todos los hoteles del mundo que utilizaban este sistema.

Se trata de un dispositivo que opera como una tarjeta universal, que vulnera cualquier puerta , protegida por el sistema de bloqueo de una empresa norteamericana que es líder en el ramo.

Este mecanismo es capaz de leer el código magnético de la cerradura,  de manera que puede abrir cualquier puerta.

La empresa que colocó las cerraduras, que ya lleva instaladas más de cien millones de cerraduras en hoteles de todo el mundo, está analizando el alcance que ha tenido esta información, para implementar las medidas que sean necesarias sobre este asunto que puede llegar a adquirir proporciones gigantescas.

Con solamente cincuenta dólares Brocious pudo desarticular el mecanismo de las cerraduras utilizando un puerto de alimentación.

La revista Forbes, interesada en aclarar este asunto,  acompañó a Brocious a un hotel de New York para que les demostrara su descubrimiento;  y de tres puertas, Brocious sólo pudo abrir una, falla que según el hacker, se debió a una falta de sincronización de tiempo, ya que sólo se dispone de escasos segundos para abrir la puerta.

Además, Brocious afirma que también se pueden abrir las puertas cuando se termina su batería interna.

Seguramente Brocious no intenta dedicarse a abrir las puertas de los hoteles para sacar algún provecho de ello, pero sí es posible que su invento sea, valga la redundancia, la llave para obligar a la empresa a negociar con él la forma de neutralizar los efectos de este dispositivo en todas las cerraduras que fueron colocadas en el mundo, o bien trabajar para ellos para idear un mecanismo que resulte menos vulnerable.

Una vez más, el ingenio humano no sólo está al servicio del crecimiento y el desarrollo sino que también puede ser usado para beneficio propio y hasta para hacer colapsar un sistema que representa miles de millones de dólares.

Pero esto no sería nada comparado con lo que podrían hacer con los mecanismos de seguridad de una nación interviniendo en sus sistemas de defensas.  Podrían producir ataques atómicos y desencadenar una guerra nuclear, solamente para demostrar que son capaces.

El mundo se está convirtiendo cada día más en un lugar muy peligroso, porque el afán por destacarse y sobresalir del resto puede desequilibrar las mentes frágiles.

En la foto que aparece arriba, se puede leer la leyenda de su camiseta que traducida quiere decir: "Es divertido usar el aprendizaje para el mal".