Complejo de Edipo


El complejo de Edipo en la teoría psicoanalítica, designa los deseos de amor y odio hacia los padres que experimentan los hijos entre los dos y cinco años, durante la etapa fálica del desarrollo psicosexual.

La forma positiva es la tendencia incestuosa hacia el progenitor del sexo opuesto y la inclinación hostil hacia el progenitor del mismo sexo; y la forma negativa es opuesta; o sea amor hacia el progenitor del mismo sexo y odio hacia el progenitor del sexo opuesto.

La historia de Edipo Rey cuenta que al nacer, su padre, Layo, rey de Tebas, se entera por medio del oráculo que su hijo lo matará y que luego se casará con su madre.

Para evitar este destino, Layo lo abandona en un lugar lejano. Pero un pastor, perteneciente al reinado de Corinto lo encuentra y se lo entrega al rey Polibo, que como no tenía hijos lo adopta como propio.

Con el tiempo, Edipo se entera que no es hijo del rey de Corinto y entonces decide trasladarse a Delfos para consultar al oráculo sobre su origen; descubriendo con espanto que su destino es matar a su verdadero padre y casarse con su madre.

Al volver, se encuentra en el camino con un hombre que le impide el paso, con el que discute y se enfrenta hasta matarlo, sin saber que ese desconocido es Layo, el rey de Tebas, su propio padre.

Edipo libera al pueblo de Tebas de un monstruo que todos temían y como premio obtiene la mano de la viuda Yocasta, su propia madre.

El complejo de Edipo vuelve a experimentarse en la pubertad y puede o no superarse según la elección de objeto amoroso, o sea en forma positiva o negativa.

El complejo de Edipo, en la teoría psicoanalítica, tiene una importancia básica en la orientación sexual del adulto y en la estructura de la personalidad.

Según Sigmund Freud, creador de esta teoría, el complejo de Edipo tiene carácter universal y es independiente de la cultura. A través de su propio autoanálisis, reconoce haberlo experimentado él mismo en el amor por su madre y los celos hacia su padre que perturbaban su afecto.

Para Freud, todo ser humano tiene que elaborar el complejo de Edipo y superarlo para poder identificarse con el progenitor del mismo sexo.

En la mujer, la elaboración del complejo de Edipo es más compleja porque debe cambiar de objeto amoroso, que en lugar de la madre para ella es el padre. El varón, en cambio tiene que renunciar a su madre porque es de su padre y resolver esta etapa con la búsqueda no incestuosa del objeto.

Fuente: “Diccionario de Psicoanálisis”; Laplanche y Pontalís.