La Medicina Ortomolecular



La medicina ortomolecular se ocupa de la prevención y el tratamiento de las enfermedades mediante el equilibrio de las moléculas a través de una nutrición consciente.

Linus Carl Pauling, químico norteamericano, biólogo molecular e investigador médico fue uno de los primeros químicos cuánticos y el que acuñó el término “ortomolecular”, pero que no vivió lo suficiente como para darse cuenta de su extraordinario aporte a la ciencia.

Recibió dos Premios Nóbel, el de Química en 1954, por su investigación sobre la naturaleza de los enlaces químicos; y el de la Paz en 1962, por su campaña contra las pruebas nucleares terrestres.

En 1968 publicó en la revista “Science” un artículo en el que utilizó el término “ortomolecular” para definir la búsqueda de la molécula perfecta.

Después de él fueron muchos los que lo siguieron, aplicando este descubrimiento al campo de la estética, la sexualidad, el deporte y la psicología.

Pauling fue un ejemplo viviente de su teoría, ya que vivió más de noventa años; y no llegó a los cien porque comenzó a tomar altas dosis de Vitamina E recién a los 65 años.

Este científico estaba convencido de que el deterioro del cuerpo está relacionado con la contaminación del planeta, por lo que se preocupó en equilibrar el déficit molecular para reparar la genética del hombre.

La medicina ortomolecular busca un cambio de conciencia para llegar a activar el cuidado de la salud y la prevención de las enfermedades para vivir más tiempo y mejor, o sea la evolución del hombre para lograr estar en armonía con el universo.

Se trata de prestarle atención a la naturaleza, reconociendo su verdadero poder ancestral.

El propósito esencial de las investigaciones realizadas por el instituto alemán de antropología evolutiva Max Planck, fue descifrar el genoma completo del hombre de neandertal para compararlo con el de los humanos modernos. Este estudio revelaría los cambios genéticos ocurridos en los seres humanos en los últimos cientos de miles de años.

La genética humana depende de la herencia pero también de la interacción con el medio ambiente, o sea con el estilo de vida y los hábitos.

Hoy en día ya es posible descifrar el código genético de cada persona desde los 18 años, simplemente analizando una sola vez una sola gota de saliva o de sangre, lo que permitiría prevenir enfermedades en forma temprana.

Actualmente se puede elegir el programa genético más adecuado para cada uno, tanto para prevenir enfermedades como para prolongar la vida, solamente con la alimentación correcta.

La medicina ortomolecular estudia el sistema antioxidante natural que tiene el cuerpo desde el nacimiento y que con el paso del tiempo se va deteriorando, mediante la administración de un shock vitamínico en forma inmediata para luego continuar con otro tratamiento a largo plazo, como la celuloterapia y el ejercicio físico.

El famoso médico suizo Paul Niehans (1882-1971), fue el que descubrió y desarrolló la terapia celular, método que se utiliza con éxito en todo el mundo en miles de pacientes.

La terapia celular consiste en implantar moléculas de tejidos, órganos y glándulas de embriones o feto de animales mamíferos para recuperar la función de los órganos y para disminuir los efectos del envejecimiento.

Pero todo esto no es posible si no va acompañado de un cambio de estilo de vida, de comportamiento y de hábitos. Por esta razón se trata de una herramienta eficaz para los seres humanos más evolucionados, cuyo nivel de conciencia les permita el cambio.

Malena

Fuente: “El Cuerpo del Futuro”; Dr. Rubén Mühlberger. 3ª. Edición, Editorial Golden Company, 2012.