Quiero estar siempre enamorado



Estar enamorado es un estado casi patológico que hace que una persona caiga en brazos de otra, como bajo los efectos de un hechizo; volviéndose celosa y posesiva, e incapaz de disfrutar otra cosa que no sea estar cerca de quien cree amar en ese momento con locura.

El enamoramiento lo produce una fuerte atracción sexual y aunque parezca imposible, en poco tiempo, todo aquello que los atrajo será lo que muy pronto los separe e invariablemente acabará siendo una simple anécdota para recordar.

Un flechazo que los deje aturdidos y sin la posibilidad de razonar, no tiene mucho que ver con el amor verdadero, porque con el tiempo, esa necesidad imperiosa de estar con el otro comenzará a evaporarse, haciendo que desaparezca el pesado velo que en ese estado distorsiona la percepción y que es el que impide ver a la persona, objeto de esa poderosa atracción, tal como es.

El tiempo cura todo, incluso la enfermedad que produce la pasión; y una vez que recuperan la capacidad de discernir, se podrán dar cuenta, cómo ese ser que hasta hace muy poco era fruto de todos sus desvelos, se transforma en un desconocido que se comporta en forma inesperada, les contesta mal, no atiende sus mensajes, está siempre ocupado y en definitiva no muestra el mismo interés, ni se preocupa en tener atenciones de ningún tipo como si estuviera harto de la relación.

Si las personas fueran capaces de ser sinceras consigo mismas, podrían reconocer que el principio de la indiferencia después del enamoramiento es mutuo, sólo que a veces, alguno de los dos tiende a engañarse y pretende ser el que fue engañado y abandonado.

El enamoramiento se acaba no solamente de un solo lado sino de los dos y ambos se pueden sentir defraudados o culpables, según quien sea el que da el primer paso; porque tanto el hombre como la mujer se enamoran del amor y no de una persona concreta.

El que pretende estar siempre enamorado fracasa en todas sus relaciones porque no llega a crecer en pareja, porque se estanca en una etapa que necesariamente termina para dar paso al amor verdadero, que se caracteriza por el interés genuino en el otro, como individuo, como ser humano, como personalidad y como la persona que se puede integrar a un proyecto de vida.

Los fracasos amorosos son producto de la atracción sexual que es la que no permite que algunas personas puedan evaluar otra cualidad , dejando de lado otras características que son tanto o aún más necesarias para lograr una pareja estable.

Cuando elegimos una pareja estamos eligiendo un compañero de ruta, alguien que sea algo más que un cuerpo, que tenga una manera de pensar y convicciones propias, que tenga coherencia interna, capacidad de amar y ser amado y estabilidad emocional, que sepa lo que quiere y que haya comenzado el camino para conseguirlo.

La pasión, concebida de esta manera, los puede unir a ambos con un vínculo mucho más sólido y duradero y con más fuerza.

Malena