Cómo hacer que los niños lean


Leer es la oportunidad de percibir el mundo con el intelecto; es abrir una ventana mágica y entrar en la dimensión de los sueños; es la posibilidad de profundizar los conocimientos y conocer otras ideas, otra gente, otra cultura.

La persona que le gusta leer aprende a expresarse mejor y a escribir sin faltas de ortografía; pero además, el gusto por la lectura marcará en gran parte su futuro.

Recordar cómo ha sido nuestro acercamiento a la lectura, si fuimos nosotros hacia ella o si ella vino hacia nosotros tratando de conquistar nuestro interés a través de las manos de nuestras personas más queridas, es lo que nos puede inspirar para motivar a nuestros hijos a leer.

Cada persona tiene una experiencia distinta como lectora pero lo que es común a todas es que la lectura las transformó.

Para enseñar a los niños a hacer de la lectura su pasatiempo favorito hay que ser un apasionado lector, porque sólo es esta pasión la que se puede transmitir.

Qué es lo que hace que un niño sienta el deseo de leer y otro no, es difícil saberlo, ya que en ese deseo existen infinidad de variables que se fueron sumando en su corta vida hasta emerger en su conciencia como una llama que una vez encendida siempre permanecerá viva; porque el deseo de leer cuando nace, está destinado a permanecer siempre intacto hasta el fin de la vida.

El que siente el placer de leer tiene la oportunidad de hacer un salto cuántico, porque el hábito de la lectura es una de las bisagras que cambiará su rumbo.

El niño lector no lee solamente en la escuela, lee también en su casa y disfruta leyendo cualquier cosa, lo que tenga a mano, el diario, una revista, los libros que hay en su hogar, los prestados y los que les regalan.

En la calle, esos chicos lectores leen los afiches, las propagandas y las señales de tránsito, porque más que un placer es una necesidad voraz de estar al tanto de todo, de no perderse nada para poder ser quienes son, en un mundo que exige cada día más estar enterado.

Los maestros son los mejores guías de los niños lectores para ayudarlos a atreverse a no tenerle miedo a la literatura clásica, porque aunque al principio no logren entenderla, más adelante en la lectura su mente se acostumbrará a esa nueva dimensión y pronto se volverán más selectivos y exigentes para elegir leer lo mejor, por sí mismos.

La lectura es una actividad solitaria que obliga a cuestionar las ideas, la filosofía de la vida, la visión de las cosas y también es una forma constructiva de evadirse de la realidad cotidiana.

Muchas veces nos sentimos identificados con los personajes de un libro y nos damos cuenta que aunque las circunstancias se desarrollan en antiguas épocas, las dudas, los conflictos y los sentimientos de los protagonistas son iguales que los nuestros.

Poder confirmar que también hay otros que tienen que atravesar los mismos laberintos y que tienen el coraje de soportar la misma frustración, la misma sensación de soledad y aislamiento y la misma incertidumbre, es lo que nos puede ayudar en la vida a mantener el equilibrio.

Una forma de hacer que los niños amen los libros es cultivar en ellos la idea de formar su propia biblioteca, con los libros que vayan llegando a sus vidas por distintos medios y también con libros usados que se pueden conseguir a mejor precio; enseñándoles al mismo tiempo a cuidarlos y a hacerse amigos de ellos.

Los libros iluminan los momentos oscuros de la vida, los pueden llevar con la imaginación a lugares remotos sin moverse de una silla, pueden ampliar su visión de la realidad, enseñarles a vivir, a amar, a ganarse la vida y a cambiar.

La televisión es una distracción, un libro es la pasión de poder descubrir el tesoro que lleva escondido; porque cada palabra es un un mensaje para todo aquel que aprende a leer entre líneas, es el consuelo para el afligido o la esperanza para el oprimido.

Los libros nos enseñan a estar solos, porque la soledad nos asusta a todos y la llenamos todo el tiempo con personas o cosas; pero si tenemos un libro nos sentimos incluidos en él y nos convertimos en uno más de su historia.

Malena

Fuente: “LNR”; julio/2013; “El desafío de crear nuevos lectores”; Marcela Ayora.