El Papa Francisco


Pocas veces la figura más prominente de la Iglesia Católica ha cosechado tantos elogios como el Papa Francisco durante su corta trayectoria como Jefe máximo de sus fieles y como político religioso para el resto de la gente.

El Papa Francisco sigue asombrando con cada uno de sus discursos porque posee la elocuencia y la espontaneidad de los elegidos. Acaba de recorrer Brasil sin ajustarse a los protocolos y desobedeciendo a sus custodios,como un simple misionero, sembrando la esperanza y la fe.

Cada uno de nosotros encuentra en sus palabras consuelo para el alma y comprensión para los errores, porque sin oponerse al dogma y sin temor al compromiso de utilizar su sentido común, tiene siempre a mano una respuesta sencilla para tantos problemas complejos que aquejan a la humanidad.

Una frase que me pareció brillante para afianzar la fe fue: “Crean en Dios porque Dios siempre nos sorprende”. Y es cierto, porque cuando ya no podemos esperar más nada del mundo es cuando recurrimos a Él y nos sorprende con lo inconcebible.

El hecho de ser la figura principal de la Iglesia Católica, no ha disminuido su sincera humildad, dando un ejemplo de valentía al enfrentar a la multitud que concentra su paso, sin miedo, mostrando a sus feligreses que el temor es inútil porque “nadie muere en la víspera”.

Su investidura papal le otorga el derecho a vivir en la opulencia, sin embargo, él renuncia a esos privilegios y prefiere continuar su estilo de vida modesta dando el ejemplo.

Él comprende a la juventud impetuosa y lejos de darles consejos trillados, se alegra y los felicita por ser el motor del cambio, porque esa es la función de los jóvenes.

Comprende a quienes tienen tendencias sexuales distintas y no los censura, porque no se considera con derecho a criticarlos, mostrando gran capacidad de aceptación de los que son diferentes.

Cada palabra del Papa Francisco brota de su alma, sin condiciones, y hasta donde yo se, ninguna de ellas mereció alguna crítica.

Por primera vez, un Papa se atreve a hacer cambios radicales y está dispuesto a enfrentar cualquier cosa; intención digna de elogios y no exenta de riesgos, ya que la Iglesia maneja muchos intereses difíciles de conciliar con la palabra de Dios.

Tal vez sean ciertas las profecías que señalan a la Argentina como el lugar del mundo donde la humanidad comenzará a experimentar un cambio de conciencia y el Papa Francisco sea el que nos inspire.

Imitemos al Papa Francisco y atrevámonos a ser distintos recuperando las virtudes que parecen haber quedado en el olvido y empecemos por ser cada día más honrados, más honestos, más respetuosos con nuestros semejantes, más tolerantes, menos ambiciosos y más buenos; y todos podrán comprobar lo que el Papa Francisco dice, "que Dios los sorprende".

El cambio siempre es de adentro hacia afuera y empieza con cada uno de los individuos, pero luego ese cambio se irradiará en progresión geométrica hacia todas direcciones contagiando a todos el mismo deseo interno.

Seamos diferentes, comencemos a escuchar con atención lo que dice el Papa Francisco, comprobemos que sus palabras sólo están recordándonos lo que nos dice nuestra vos interior y demos al mundo el ejemplo.

Malena