Aprendiendo a amar - Primera Parte


El amor debe ser real en la vida y no solamente una romántica idea, porque es un sentimiento que se puede experimentar por primera vez a cualquier edad.

Para muchos, el amor es un enigma, por eso es tienen que aprender a amar y también son muchos los que piensan que el amor es una necesidad, porque le da sentido a la vida.

En general los individuos no saben amar, porque este sentimiento lo reemplazan por otros y se vuelven celosos, posesivos, dependientes, competitivos, violentos, dominantes y egoístas; emociones negativas que atentan contra el amor y lo destruyen.

Solamente el amor se dará naturalmente cuando pueda superar la barrera de la dependencia y la dominación que permitirá recorrer las etapas de la vida sin dudas ni temor.

Querer conocer el amor exige tener mayor conciencia de uno mismo y estar más alerta para que el amor no sea como hasta ahora, un verdadero suplicio, sino la más perfecta dicha.

Estar alerta es estar consciente de todo lo que hacen y de lo que pasa a su alrededor, experiencia que aumenta la confianza en la vida.

De esta forma, nos podemos dar cuenta de que es la vida la que hace todo y que nosotros solamente la contemplamos; y a medida que la contemplación aumenta, todas las cosas se vuelven sagradas, cualquier cosa, hasta aquellas que creemos son las más intrascendentes de la vida, como limpiar la casa o reparar un artefacto; porque cuanto más contemplativos seamos más iluminada estará la conciencia.

Todos tenemos capacidad de amar desde que nacemos, luego, como todo lo demás que hay que aprender, también hay que aprender a amar.

El mundo cambia, nosotros cambiamos, todo cambia y el amor también cambia y sufre altibajos; porque así como nosotros crecemos y maduramos el amor también tiene que crecer y madurar.

Para amar es necesario ser libre para ser uno mismo y dar libertad al otro para que sea quién es; porque la libertad en el amor es la clave.

Tanto la mujer como el hombre tienen que tener vida propia y no reducirla a la relación de pareja o a la actividad que desarrolla uno de los integrantes de la pareja.

A veces, las experiencias de los padres son la fuente de la frustración en el amor, pudiendo generar desde antes de nacer prejuicios que posteriormente se traducen en desconfianza, temor al abandono, inseguridad y rechazo al vínculo.

Superar lo aprendido en la infancia e incluso antes de nacer, se puede, porque el pasado no lo podemos cambiar y además es necesario reconocer que nuestros padres vivieron una época muy diferente. El perdón puede ser la llave que permita salir de ese condicionamiento y comenzar a ver al mundo y a las personas utilizando el propio juicio sin cargas emocionales inútiles.

Es necesario que surja un nuevo ser humano que sea capaz de desprenderse de la contaminación del pasado y pueda ser libre para pensar por sí mismo.

Cuando un hombre es amado de verdad por una mujer, se vuelve más bueno, más educado, más gentil con ella y cuando un hombre ama realmente a una mujer, esa mujer florece, madura y sus sentimientos se hacen más profundos.

Las mujeres desean ser perseguida por los hombres e inconscientemente se transforman en sus presas y a ellos los convierten en cazadores, manteniendo vigente la supremacía del hombre sobre la mujer.

La relación de pareja no es una búsqueda sino el encuentro de dos miradas.

(continúa segunda parte)

Malena

Fuente: “Aprender a amar”, Osho.