El hombre moralmente justo según la filosofía china


Para los chinos la vida es un regalo de la naturaleza por lo que siempre tendremos que estarles agradecidos, intentando disfrutar de ella y mostrando con nuestra forma de obrar ese agradecimiento.

El pueblo chino se caracteriza por su educación, por su humildad y por su respeto a los mayores y a sus antiguas tradiciones.

Los chinos siguen la doctrina filosófica religiosa fundada por Confucio, denominada Confucionismo, cuyo propósito era cambiar y unir a la sociedad china mediante sus enseñanzas morales.

Es una doctrina determinista que cree en que el destino del hombre está escrito y es inmodificable, lo que explica la tendencia a la no acción en la vida y a dejarse llevar por los acontecimientos.

Según Confucio, nunca debemos terminar el día sin hacer un balance y una autocrítica de nuestros actos para tratar de corregir los errores cometidos.

El Taoísmo de Lao Tsé enseña las normas que se deben respetar para convertirse en una persona justa y respetuosa de la sociedad y de su entorno.

Una persona justa:

- No ser ambiciosa ni demasiado apegada a las cosas
- No odiar ni ser envidiosa.
- No mentir
- No ser demasiado orgullosa

En cuanto a los valores morales enseña a

- Devolver favores, por ejemplo a los padres por haberlos criado
- Ser compasivos con los más débiles
- Ser leales en todas las áreas de la vida, en el trabajo, en la pareja, con los amigos, con el país, etc.
- Ser confiable o sea ser capaz de cumplir las promesas hechas.
- Respetar al Cielo, la Tierra, los padres y los maestros
- Ser generoso y justos, solidario y servicial sin esperar nada a cambio
- Ser humilde no haciendo ostentación de lo que se tiene y no humillar a los que no lo tienen
- Sentir vergüenza cuando se cometen actos inapropiados para tomar conciencia de que se tienen que evitar, para conservar la dignidad humana.

Los que hemos nacido en Occidente tenemos que aprender mucho de los chinos, como por ejemplo, no creer que todo depende de nosotros, no hacer más de lo que podemos, no envidiar a los que tienen éxito, apreciar más lo que tenemos, respetar y valorar la experiencia de los mayores y vivir cada día como si fuera el último.

Malena
Fuente: “TAO”; Liu Ming.