El Temor al Compromiso


La ciencia acepta la teoría de la evolución de Darwin. De acuerdo a esta teoría, el hombre no sería el último eslabón de la cadena de mamíferos sino que después de él nacería un hombre nuevo y mejor, más evolucionado, menos violento, menos codicioso, más sensible, menos competitivo, más dispuesto a hacer el amor que la guerra y sin temor al compromiso.

Un hombre nuevo hará posible la creación de un nuevo mundo, un mundo más sensato e inteligente.

Pero para que nazca el hombre nuevo tiene que morir el anterior con su ambición, con su necesidad de compararse siempre con alguien, con su miedo al cambio, a crecer y a madurar.

Mientras tanto, estamos rodeados de hombres solitarios que se cuidan mucho a sí mismos, que buscan la comodidad y la diversión, que se preocupan por su aspecto externo y descuidan su verdadero ser interior, que se vuelven cada vez más egocéntricos y menos capaces de mantener una relación.

Mientras el hombre actual se desliza peligrosamente barranca abajo, la mujer termina quedándose sola con sus hijos.

El compromiso no es algo que se pueda elegir, porque la vida humana está basada en la relación y sin compromiso las relaciones no existen.

Las relaciones de pareja actuales se han degenerado; porque cada uno vive en su propio mundo aferrado a su propios deseos, concentrado en su mezquina lucha personal y separados uno de otro por una barrera infranqueable que los convierte en dos extraños.

Esta realidad hace que el sexo cobre tanta importancia, porque es la falsa intención de dos seres que pretenden unirse sin salir de sí mismos.

Esta falsa forma de relación es también el intento desesperado de satisfacer la necesidad de compañía y seguridad, dependiendo uno del otro para su propia satisfacción y comodidad.

Los proyectos comunes no son suficientes para tener una relación; ni tampoco la necesidad de dependencia, ni la forma de huir de la soledad o tener siempre a mano el placer, porque eso no es relacionarse sino usar al otro para satisfacer un objetivo propio.

El hombre actual, aunque tenga compañía, vive solitario, porque el amor para él es sinónimo de sexo y placer y la idea de contraer un compromiso lo amenaza con la pérdida de la libertad, con el conflicto, la competencia, la envidia, los celos y el intento de dominio.

El amor es compromiso y compasión, es crear un ámbito sin fragmentación, sin especulación y sin temor; fuera de eso sólo existen almas en pena solitarias que fingen estar juntas pero que no se entregan.

Malena
Fuente: “El libro del hombre”; Osho; “La Raíz del Conflicto”; J. Krishnamurti.