La Sabiduría de un chaman yaqui


Carlos Castaneda, en su libro “Las enseñanzas de Don Juan”, escrito hace casi cincuenta años, nos revela un sistema de creencias propio de hechiceros, chamanes y curanderos de América Latina, que se remonta a épocas anteriores a la conquista española, cuya dominación e intención evangelizadora no lograron hacer desaparecer y que aún hoy influyen en el imaginario colectivo.

Castaneda escribe su libro en primera persona donde describe sus experiencias en una comunidad indígena y las enseñanzas que recibe del chaman de la tribu, Don Juan.

Si Don Juan existió o no realmente no es lo importante, porque los que se destacan, más allá de los personajes, son los valores y los principios que transmite.

El hombre occidental pretende entender intelectualmente y encontrar una explicación a una forma diferente de percibir el mundo que no corresponde con la realidad cotidiana que vemos con los sentidos, como por ejemplo, percibir al hombre como una masa de energía en lugar de un cuerpo sólido; posibilidad que le brinda a los indios brujos una ventaja sobre el modo de pensar racional.

Castaneda había estudiado antropología y sus investigaciones sobre el poder chamánico y su experiencia con drogas alucinógenas, lo inspiró para escribir en 1968, su famoso libro en el que revela la antigua forma de ver el mundo de los brujos, con la secreta esperanza de que esta cosmovisión pueda germinar de alguna manera en el pensamiento contemporáneo.

Contrariamente a lo que se puede suponer, el hombre común siempre se ha sentido atraído por el misterio, por la búsqueda de una respuesta a los interrogantes que todavía no puede contestar, por los enigmas sobre la vida y la muerte que lo desvelan; y esa inquietud que se transmite de generación en generación lo lleva a estar dispuesto a creer cualquier cosa que trascienda los límites que conoce, porque cada vez que las miserias mundanas lo superan, lo único que puede hacer un ser humano es elevar su vista al cielo.

¿Qué es lo que encuentra el hombre de hoy en creencias exóticas o religiones orientales que lo impulsan a abandonar la concepción del mundo que ha heredado de sus ancestros desde hace tantos siglos? Es probable que esas creencias le brindan una cosmovisión más acorde con esta época.

Castaneda nos dice que estas antiguas creencias ofrecen la libertad total, que nada tiene que ver con la libertad política o ideológica, ni con el bienestar o la felicidad, ya que se trata de un flujo de conocimiento que proviene de interior del ser humano, que permite desarrollar estados subjetivos que pueden crear un campo de intersubjetividad y hacer posible la comunicación entre la gente.

Este conocimiento sólo es posible compartiendo las prácticas del mundo de los brujos porque no se trata de hablar o escuchar a otros sino de alcanzar el silencio interno y despojarse totalmente de la exigencia de defender la personalidad.

El libro se publicó en Estados Unidos en 1968, siendo un gran éxito editorial, agotándose la primera y la segunda edición en poco tiempo, en parte por las claras descripciones de sus experiencias alucinatorias inducidas por Don Juan para que accediera a otras realidades.

El éxito editorial lideró las ventas en todo Estados Unidos, donde Castaneda residió desde los quince años, ya que luego de despejar algunas incógnitas, quienes indagaron sobre su biografía lograron descubrir que su lugar de origen fue Perú.

Don Juan enseña que el hombre gasta toda su energía defendiendo su ego, porque se lo toma muy en serio; si el hombre no sintiera la necesidad de sentirse tan importante, podría tornarse invulnerable, podría derribar las barreras que entorpecen su percepción y podría percibir mundos imposibles de imaginar.

Ese extraordinario poder es lo que permite vivir en un universo extraordinario pero a la vez aterrador, por esa razón el aprendizaje de las técnicas de la brujería exige la guía de un maestro brujo experimentado, ya que si alguien se atreviera a ponerlas en práctica sin su ayuda podría volverse loco o morir, ya que la noción de la realidad que tienen los humanos los protege de potentes energías y poderosas entidades que existen en el mundo de los brujos.

La brujería es el arte de lograr interrumpir el pensamiento racional ya que es un sistema diferente de pensar que permite otra forma de interpretar el mundo y que derriba todo lo conocido.

Para Don Juan, los hombres comunes no llegan a conocerse a sí mismos y jamás se detienen a considerar esa posibilidad, aunque crean que están haciendo lo contrario.

Malena
Fuente: “Conocer a Carlos Castaneda; Drogas, brujería y poder personal”; Andrés García Corneille.