Mujeres agresivas, hombres pasivos


Existen mujeres agresivas que tienen demasiado desarrollada su parte masculina.

Sin llegar a ser lesbianas, porque en la práctica son heterosexuales, tienen actitudes masculinas frente a los hombres y sin darse cuenta asumen ese rol naturalmente, a veces descolocando a sus eventuales parejas, si son machistas.

Este tipo de personalidad femenina, que adopta un rol activo frente al hombre, por lo general atrae a hombres que tienen más desarrollado su lado femenino y a su vez, estas mujeres se sienten atraídas hacia ellos, y es muy común ver que ese modo de relación funciona muy bien y llega a perdurar en el tiempo.

Una mujer activa junto a un hombre pasivo es una relación que se complementa y que vemos a diario en todos lados.

Sin indagar en las motivaciones inconscientes de estas conductas, que sin duda alguna se relacionan con sus respectivas identificaciones en la infancia, lo que hay que rescatar es que una pareja así no sólo es posible sino que esas personalidades no pueden relacionarse de otro modo.

A la mujer agresiva no le atraen los hombres agresivos ni puede tolerar sus actitudes machistas, incluso pueden tenerles miedo y a su vez, ellos tampoco pueden aceptar a una mujer "marimacho", muy desinhibida y con demasiada iniciativa.

Si una mujer de tipo agresiva no tiene conciencia de que existen muchas parejas de esta condición, puede llegar a pensar que es homosexual y que sólo le atraen las mujeres y lo mismo les puede pasar a los hombres en su caso.

En este mundo, que muchas veces nos parece caótico y cruel, existen parejas para todos, sólo que no hay que equivocarse y tener bien claro las propias necesidades cuando eligen.

Las parejas no se buscan, se encuentran, se dan espontáneamente cuando dos personas están preparadas para ello; y no sólo suelen sentir ambos atracción sexual sino también una afinidad recíproca que los hace sentirse bien juntos, cómodos y sin necesidad de fingir ser otro para agradar.

Si la relación se basa solamente en la atracción sexual e inmediatamente se satisface esa necesidad sin darse ambos un tiempo como para conocerse más, seguramente terminarán aburriéndose uno del otro, porque descubrirán que son dos extraños que seguramente no tienen nada en común.

El sexo con alguien que recién se conoce, es por definición simple sexo y nada más, una descarga de la tensión que pudo haberse llevado a cabo con cualquier otra persona disponible en ese momento. No tiene nada que ver con el amor y si se continúa la relación lo único que los unirá será el sexo, porque nunca esa relación estuvo relacionada con el afecto.

Es muy diferente cuando conocen a alguien y se sienten ligados por un sentimiento, porque será el sentimiento lo que los llevará a tener sexo y si continúa la relación, esa pareja será insustituible, porque si estuvieran con otro, ninguno de los dos sentiría lo mismo.

Es el sexo con amor lo que hace que un acto sexual sea esencialmente humano.

Malena