Autoestima



Básicamente, la autoestima es la capacidad de sentirse satisfecho consigo mismo, es tener la sensación subjetiva del propio merecimiento, de estar consciente de las propias habilidades y competencias y del lugar que se ocupa en el mundo, es estar conforme con la trayectoria recorrida, con las cualidades que se tienen y con la forma personal de tomar decisiones;  y es sentirse orgulloso del respeto que se recibe de los demás.

El experto en autoestima Ramón Gaja Jaumeandreu, psicólogo, fundador y director del Instituto Superior de Estudios Psicológicos de Barcelona, en su libro “Bienestar, autoestima y felicidad” explica los seis pilares básicos que sostienen la autoestima.

1) La autosatisfacción, o sea tener conciencia de los logros y de la propia capacidad para enfrentar los desafíos a lo largo de la vida, que implica estar conforme con el propio desempeño y con las actitudes.

Este autor coincide en sostener,  que los pensamientos negativos producen emociones negativas y propone que la mejor manera para mejorar ese estado emocional,  es mantenerse activo todo el tiempo posible  para evitar pensar, planificando actividades que resulten gratificantes, las que luego tienden a volver a repetirse.

2) La competencia, que significa la capacidad de reconocer el resultado de nuestras acciones y valorarlas, ya que no es el fracaso en sí el que nos derrota sino la baja autoestima que hace que no se pueda enfrentar la frustración llevando a un individuo a desconfiar de sí mismo y a evitar los retos.

3) El merecimiento,  que es el juicio de valor que hace una persona de sí mismo en base a su competencia, es algo positivo tanto para sí mismo como para los demás que da como resultado la auto aceptación y la aceptación de los otros.

4) El respeto, tanto por uno mismo como por los demás y el cuidado de las relaciones interpersonales que aumentan la tolerancia a la crítica y a la frustración.

5) El relativismo, porque nada es absoluto y  existe la flexibilidad como para reconocer que nadie ni nada es perfecto y porque no se deben minimizar los logros anteponiendo los fracasos.

6) El éxito, considerado como un estímulo para proponerse metas y cumplirlas, levantan la autoestima, pero no necesariamente grandes éxitos a largo plazo sino la satisfacción que brindan los logros más pequeños que pueden hacerse posibles a corto plazo.

La esperanza es lo que nos mantiene vivos y en movimiento.  El que no tiene ningún proyecto sólo vegeta como una planta, pero como humano sólo sobrevive como un náufrago a merced de las olas.

Malena

Fuente: “Bienestar, autoestima y felicidad; Ramón Gaja Jaumeandreu.