Memorias prodigiosas


Los científicos están tratando de descubrir las bases cerebrales de la capacidad que tienen algunas personas de recordar al detalle qué es lo que hicieron cada día de sus vidas.

Este tipo de memoria autobiográfica es asombrosa por su exactitud, sin embargo, los individuos que gozan de este poder sólo tienen una inteligencia común.

Sus recuerdos irrumpen en su mente en forma involuntaria, sin necesidad de concentrarse en ellos ni de realizar esfuerzo alguno; y el origen de esta extraordinaria memoria se atribuye a la intensidad de sus conexiones cerebrales.

Estas personas son capaces de acordarse qué hicieron y hasta qué es lo que decían los diarios de cualquier fecha de sus vidas elegidas al azar, inclusive de muchos años atrás.

La memoria autobiográfica superior o hipertimesia, no es muy común, ya que sólo existe un número muy reducido de personas que gozan de ella.

Jill Price, una mujer de Los Ángeles, que en el año 2000 tenía 34 años, se conectó por Internet con James McGaugh de la Universidad de California en Irvine, y le describió a este investigador su extraordinaria habilidad.

Jill le explicó que sus recuerdos no surgían cuando ella intentaba acordarse sino que aparecían en su mente cuando veía una fecha o alguien la mencionaba; pero para Jill, esta condición, lejos de ser un don era más bien una carga.

El equipo de James estudió este caso con mucho interés ya que no era igual al que presentan las personas autistas con síndrome del sabio o savant., que son capaces de calcular datos exactos ocurridos hace cuarenta mil años; dado que Jill sólo recordaba hechos acontecidos desde 1980

Esta persona no obtuvo buen puntaje en pruebas no estructuradas como por ejemplo recitar de memoria listas de palabras; solía perder sus llaves con frecuencia y tenía que anotar sus obligaciones del día para no olvidarse.

Jill nunca se destacó en la escuela secundaria y siempre tuvo que esforzarse mucho en sus estudios, principalmente para aprender de memoria poesías o datos históricos.

Al principio los científicos trataron de mantener el anonimato de la paciente pero finalmente ella misma reveló su identidad, contó su biografía en varios programas de televisión y hasta escribió un libro sobre su vida y su extraordinaria memoria. Así se convirtió en la primera persona más conocida con esta característica y la más estudiada.

Todavía no ha podido encontrarse la causa de la notable capacidad de Jill, que algunos atribuyen a un desarrollo anormal del encéfalo.

En 2012 se presentó otro caso, que estudió el equipo de Brandon Ally de la Universidad Vanderbilt de Nashville; el de un joven cuya identidad se desconoce que se identifica con las iniciales HK que actualmente tiene 20 años.

HK, perdió la visión en la infancia por causa de una retinopatía del prematuro. Este joven se acuerda de cada día de su vida desde la edad de 13 años; o sea que tiene memoria autobiográfica pero su coeficiente intelectual no es superior a la media ni tampoco puede acordarse de alguna cosa específica en forma voluntaria.

La diferencia con respecto a Jill es que él además recuerda sensaciones, ruidos, olores y sentimientos.

Los científicos descubrieron por resonancia magnética algunas anomalías en su cerebro, principalmente producidas por la enfermedad que sufrió en la infancia, pero lo más singular fue que la conexión de la amígdala derecha con el hipocampo y otras regiones corticales y subcorticales era mayor que lo usual, por lo que estos investigadores supusieron que esta región desempeña una función relevante en personas con memoria excepcional.

De hecho se sabe desde hace tiempo sobre la importancia de las emociones en los recuerdos ya que se recuerdan mejor los sucesos con contenido emocional que los que no nos emocionan.

Posteriormente se investigaron otras personas con estas características y se observó que muchos de ellos eran zurdos y que además tenían un comportamiento obsesivo compulsivo, coleccionaban objetos y los ordenaban siguiendo complicadas reglas, tenían temor a los gérmenes y evitaban tocar las manijas de las puertas.

Sin embargo, las diferencias cerebrales no fueron las mismas de Ally, sino en otras nueve regiones cerebrales, la mayoría de ellas ubicadas en el lóbulo temporal del telencéfalo, zonas que coinciden con otros estudios realizados anteriormente.

No obstante, la búsqueda de la causa de la hipertimesia todavía no ha terminado ya que lo que se ha descubierto hasta ahora no es suficiente para explicar esta extraordinaria habilidad que tienen algunas personas.

Malena
Fuente: “Mente y Cerebro”; No.62/2013; “Una memoria superior”; Daniela Zeibig; periodista científica especializada en ciencias de la vida y medicina.