El Pesimismo



El pesimismo es una actitud negativa originada por una perspectiva sombría de la vida y por un pensamiento rígido, por la dificultad para adaptarse a las circunstancias y la incapacidad para aceptar la realidad tal cual es, ni tan buena como se pretende que sea, ni tan mala como se cree que es.

La persona pesimista vive preocupada, ansiosa y llena de inquietudes por acontecimientos que probablemente jamás lleguen a suceder; acostumbra a agrandar los problemas, imaginar catástrofes al menor indicio de una irregularidad , exagerar las consecuencias de algún evento inesperado y termina perdiendo la verdadera dimensión de las cosas.

Un pesimista suele pensar en forma extremista, guiarse por una actitud que no admite los grises y carecer de flexibilidad alguna en su razonamiento cotidiano.

El pesimista no soporta el fracaso y pierde las oportunidades que se le presentan porque no es capaz de aceptar los desafíos de la vida por temor al rechazo.

No confía en sí mismo, descree de sus capacidades, no puede valorarse y prefiere renunciar a cualquier intento antes que afrontar la amenaza que significan para él los retos.

El pesimista es fatalista; sus experiencias negativas le han servido para crear un patrón que piensa se repetirá siempre que tome una iniciativa. Se rinde antes de la batalla, renuncia antes del intento y se resiste al cambio.

Los pesimistas son demasiado susceptibles y desconfiados por naturaleza, asumen más responsabilidades de las que les competen y son muy sensibles a la crítica. Creen ser el centro del universo, que todo lo que sucede es una cuestión personal y que todas las miradas se concentran en ellos.

El pesimismo refleja baja autoestima, permite ver sólo el lado negativo de las cosas, disminuye la energía y envejece el espíritu.

Tampoco es cuestión de ser exageradamente optimista y poco realista; sino de lograr el equilibrio y aceptar los conflictos no como problemas sino como desafíos.

El pesimista se empeña en ver segundas intenciones en todos los hechos, cree que cuando se siente defraudado es por motivos deliberados y que el otro no puede equivocarse ni tener defectos exigiéndole como condición para aceptarlo, buen comportamiento.

Con una mirada crítica, los pesimistas generalizan y juzgan desde su limitada perspectiva negativa, a las personas y a los hechos; para ellos todos son corruptos, delincuentes, ladrones, oportunistas y pocos se salvan de ganarse un lugar entre ellos.

De esa forma, el pesimista desmoraliza cualquier intento de revertir los actos deshonestos ya que si realmente la realidad es así, estamos todos involucrados en ellos.

Es una fórmula simplista, todo es blanco o negro, no existen matices ni niveles, sólo extremos.

Malena