La Iluminación de la conciencia



Nadie puede percibir el mundo tal cual es, porque la realidad no es lo que parece. La realidad está en todas partes pero no la vemos, porque estamos limitados por nuestra conciencia cotidiana.

Nuestra percepción “normal” está limitada por las sensaciones del cuerpo, por la información que recibimos con nuestros sentidos y por el condicionamiento del pasado.

Tenemos un cerebro que también nos limita físicamente y nos hace creer que en el mundo hoy es igual que ayer. Tenemos dudas sobre nuestro propósito en la vida y nuestro destino. Tenemos miedos y ocultos recuerdos del pasado y la incertidumbre sobre lo que nos sucederá después de la muerte.

Según una encuesta realizada por la Agencia Gallup, más del cincuenta por ciento de los que participaron confesaron haber experimentado alguna vez en la vida un estado de conciencia alterado, haber sentido que entraban en la luz, haber visto un aura de luz en otra persona o haber sentido la presencia de un fallecido, pero después ninguno había podido encontrar la forma de que esa experiencia se volviera a repetir.

La espiritualidad nos ayuda a llenar este vacío y al mismo tiempo es el camino para alcanzar el nivel de conciencia superior que es universal.

Una fuerte experiencia personal puede elevarnos sobre nuestra conciencia ordinaria y cambiarnos la vida para siempre, o también de pronto, podemos darnos cuenta de que todo está bien y saber que estamos seguros y que nuestra vida tiene una razón y un propósito.

A través de la vida o a veces en un solo instante, podemos tomar conciencia de que lo material no es todo y que existe algo más grande que nuestra mente individual que nos contiene.

Casi siempre llega el momento en que esa realidad superior comienza a tener más sentido que la vida cotidiana y a partir de allí se puede lograr la trascendencia y la transformación.

Con esta nueva visión se puede iniciar el proceso de alcanzar una realidad superior, la iluminación, la nueva manera de ver el mundo como un aspecto de lo sagrado y con la luz de la plena conciencia.

El despertar espiritual es el renacimiento a una nueva vida, con una conciencia libre y expandida y la experiencia interior de lo divino; cuando la vida se llena de sentido y la realidad se vuelve luminosa, una realidad donde está todo conectado.

El futuro de la Tierra depende del despertar de la conciencia cuando la humanidad descubra en su interior la misma fuerza creativa y evolutiva de la naturaleza que le permitirá resolver todos los problemas. El secreto de la naturaleza es permitir que surja lo nuevo de lo anterior y hacerlo florecer como realmente es.

Más allá de la realidad material existe en nosotros un nivel interno de silencio profundo que es la fuente de la conciencia pura.

La conciencia pura es silenciosa y pacífica y en ella no existe temor, ira o conflicto. En ese estado, no se siente ninguna inquietud ni necesidad de distracción ni de estímulo.

La conciencia pura está siempre alerta y fresca; tiene un potencial infinito; está en armonía con la naturaleza y coordina todos los aspectos de la existencia. Es espontánea y no tiene ninguna atadura ni límites y es dinámica porque tiene la energía que necesita para toda la actividad que existe.

La conciencia pura es la fuente y la mayor expresión de la felicidad; es conocimiento, y es el océano que contiene todas las posibilidades.

El ego siente que puede controlar todo a su modo, pero la voz de la conciencia que espera ser escuchada es la voz del alma.

Malena
Fuente: “”Guerra de dos mundos”; Deepak Chopra y Leonard Mlodinow.