El Trastorno de Ansiedad, ataque de pánico



El ataque de pánico es un miedo extremo que aparece asociado a síntomas físicos, como taquicardia, palpitaciones, dolor u opresión en el pecho, sudoración, temblores, ahogos, mareos, desvanecimientos.

Después de haber sufrido varios ataques de miedo extremo aparece el miedo a tener miedo y éste sería el verdadero trastorno de pánico, o sea la manifestación repetida de este desorden que aparece de improviso sin ningún motivo aparente previo.

Posteriormente, estos pacientes pueden desarrollar el miedo a no poder salir de un lugar en caso de sufrir un ataque de pánico, lo que se denomina “agorafobia”.

Las situaciones más temidas suelen ser: hacer ejercicio físico, alejarse de la casa solos, viajar en medios de transporte, principalmente trenes o aviones, las aglomeraciones de gente, los espectáculos multitudinarios, los lugares muy estrechos y tener que hacer una fila.

En algunos casos este trastorno tiende a hacerse crónico pero en otros puede ser un hecho aislado sin consecuencias.

Las investigaciones demuestran que es importante el factor hereditario, cuando se combina con una serie de circunstancias vitales de estrés.

El tratamiento más eficaz para el trastorno de pánico es farmacológico y mediante psicoterapia cognitiva conductual. También resulta beneficiosa la información y educación del paciente sobre la naturaleza de este trastorno y su evolución.

La experiencia de un ataque de pánico excede el miedo y se aproxima mucho a la sensación de muerte inminente, el cerebro reacciona en forma violenta y nos indica que algo espantoso está ocurriendo.

Existe en estos pacientes el temor de que esta experiencia se repita, lo que le genera un estado de alerta extrema que se conoce como “ansiedad anticipatoria”.

Sin atención especializada estas personas pueden tener períodos de crisis de distinta magnitud que llegan a afectar su calidad de vida, a disminuir en gran medida su bienestar y su autoestima, a limitar sus actividades, y los obliga a no querer salir y permanecer encerrados.

El trastorno de pánico afecta principalmente a personalidades con características obsesivas, personas que se exigen mucho a sí mismas y que también son exigentes con los demás y cuyas defensas típicas son las fobias.

Para estas personas el conflicto lo produce la necesidad de control; pero el control es una ilusión, porque hay muchas cosas que no se pueden controlar, simplemente las cosas pasan y hay que aceptarlas. La solución es aprender a abandonar el control, a entregarse, a rendirse y a no resistirse.


(continúa Trastorno de Ansiedad, Estrés postraumático)

Malena
Fuente: “Usar el Cerebro”; Facundo Manes; Mateo Niro.