La disfunción eréctil o impotencia masculina


La disfunción eréctil puede tener causas orgánicas y también psicológicas. Me dedicaré a las posibles causas psicológicas que pueden provocar este trastorno.

Si el hombre es joven y sano físicamente y ha logrado una identificación positiva masculina con su progenitor o bien con la persona sustituta del mismo sexo, después de la pubertad se sentirá inclinado naturalmente hacia el sexo femenino y responderá adecuadamente en el momento de una relación sexual; si al contrario, se ha identificado con su madre y rechaza al padre o a su sustituto, es altamente probable que preferirá elegir una pareja homosexual, en la búsqueda inconsciente de un padre.

La identidad sexual es la que condiciona las relaciones sexuales entre un hombre y una mujer, que si es negativa tanto en uno como en otro, llevará a sufrir de disfunción eréctil en el hombre y falta de deseo sexual en la mujer.

La dificultad para relacionarse con mujeres a edad temprana y la carga hormonal hacen que en la adolescencia un varón pueda tener relaciones homosexuales con sus compañeros o amigos en forma ocasional o esporádica urgido por sus impulsos, sin implicar estas circunstancias la existencia de una homosexualidad irreversible.

Para el Psicoanálisis, la homosexualidad es una etapa normal del desarrollo que puede permanecer como única satisfacción sexual si la persona ha adquirido ese hábito y la ha priorizado, evitando el contacto con mujeres.

Muchas veces este trastorno se debe principalmente a un problema de personalidad, timidez y dificultad para vincularse con el otro sexo, más que a factores hormonales o genéticos.

En cuanto a la disfunción eréctil, puede aparecer también después de estar casados durante algunos años, y de haber sobrellevado una relación plagada de desavenencias y discusiones, de celos justificados o no, de desconfianza, de falta de atención y de respeto, de insultos e incluso de agresiones físicas.

A menos que se trate de una relación perversa, que es cuando las peleas son la única forma que tienen para comunicarse y para sentirse ambos atraídos sexualmente; una mala relación termina con el deseo sexual de ambos.

La gran mayoría de las mujeres fingen sentir placer e incluso los orgasmos, pero el hombre no puede fingir, el hombre tiene que cumplir.

El estrés es otra de las causas de disfunción eréctil, cuando el hombre gasta demasiada energía en el trabajo, duerme poco o cuando tiene que enfrentar problemas laborales que obligan a su mujer a sostener el hogar con sus propios ingresos.

Por ejemplo, el hombre que es despedido de su trabajo sufrirá seguramente un período de disfunción eréctil, dado que además del trabajo ha perdido su rol de sostenedor, que es lo que la sociedad espera de él, que le hace perder también su poder y su potencia sexual.

Cualquier otra situación que preocupe al hombre bastará para que su mente no pueda concentrarse y esté pensando en otra cosa mientras hace el amor, con las consiguientes dificultades para funcionar sexualmente, como resultado.

¿Por qué las mujeres muchas veces fingen sentir placer sexual e inclusive es habitual que no deseen tener relaciones sexuales? El motivo más común es que no disfrutan del sexo.

Aunque el sexo es la palabra más escrita y manoseada que existe, todavía existen muchos hombres que tienen sexo pero que no saben hacer el amor, y muchas mujeres que se callan porque temen que las consideren frígidas.

La eyaculación precoz más que un trastorno esporádico, es la regla en la mayoría de los hombres, de modo que las mujeres no pueden tener libertad para expresarse sexualmente para evitar que ellos eyaculen antes de la penetración. Porque las mujeres disfrutan más de las preliminares del sexo que de la penetración y además necesitan más tiempo para excitarse adecuadamente, sin embargo, pocos hombres están dispuestos a esperar y a hacer lo que deberían hacer, o sea, satisfacerlas como ellas quieren.

Lamentablemente, hablar de sexo todavía sigue siendo un tabú, incluso en la intimidad; y a las mujeres les resulta difícil aún hoy en día, expresar sus propias necesidades.

Si en el transcurso de la jornada la relación de una pareja ha estado tensa, es probable que el hombre olvide esos problemas en la cama, pero la mujer no, muchas veces negarse a tener sexo es la forma de vengarse de las afrentas, tal vez porque ellas priorizan más lo emocional y afectivo que el sexo.

Todo hombre que ama a una mujer debe comprender la psicología femenina porque resulta crucial para despertar su deseo sexual y porque además la excitación de la mujer es condición indispensable para que él pueda lograr una erección normal y una relación sexual satisfactoria

Malena