Noviazgos eternos



Eternizar los noviazgos puede ocasionar en el momento menos pensado la ruptura de la pareja más perfecta, porque aún el amor más profundo se agota cuando se percibe alguna señal de falta de interés en el compromiso formal

Es común que personas con compromisos previos sin solucionar, inicien una nueva relación con una intención indefinida o bien para eventualmente, formalizar en algún momento, generalmente a largo plazo.

No todo el mundo está dispuesto a invertir muchos años sin tener una clara idea de las genuinas intenciones de una pareja que tiene cosas importantes que resolver y que parece no tener ningún apuro, dado que el reloj biológico no detiene su marcha y se pueden marchitar los planes de tener descendencia para la mujer.

Una relación indefinida, que no representa un compromiso inmediato, y que con el tiempo esa característica se hace crónica, es probable que tampoco sea lo suficientemente profunda como para garantizar una siguiente etapa formal; más aún si se trata de una persona que todavía no han logrado terminar legalmente su relación anterior.

Estar casado y separado no indica que esa relación se haya terminado, más bien señala la condición de alguien que aún tiene algo importante que resolver antes de involucrarse en una nueva relación.

Cuando una relación se termina y la intención es comenzar una nueva vida, antes hay que conseguir el divorcio y no dejarlo para más adelante.

No se puede quedar bien con Dios y con el diablo, hay que tomar una decisión y ser capaz de renunciar a lo que no se elige para siempre.

Claro que muchos piensan que es mejor dejar dos velas encendidas por si alguna se apaga, pero no se puede jugar con los sentimientos de una persona haciéndole creer cosas que jamás cumplirán.

En estos casos, el otro tiene todo el derecho de liberarse de esta situación y buscar otra relación que le permita cumplir sus objetivos.

El noviazgo eterno se convierte en una costumbre y en un vínculo difícil de romper por la cantidad de tiempo invertido en él.

Existen excusas suficientes como para eternizar los noviazgos; como por ejemplo, no consigo el divorcio, no tengo el dinero suficiente, todavía soy demasiado joven o ya soy demasiado viejo; no estoy seguro; tengo muchas dudas; mejor no innovar; así estamos bien; etc.

Si el propósito es tener una nueva pareja estable, lo mejor es decidirse a allanar el camino a tiempo y no buscar excusas, atreviéndose a ser audaz y sincero.

Malena