El Perdón



Perdonar no es tanto un beneficio para otro sino la posibilidad de comprenderlo y la oportunidad de favorecerse a uno mismo.

El perdón es la capacidad de dar amor, de superar el odio, de vencer el rencor y el  resentimiento y de entender sin razones.  El perdón  libera, brinda paz interior y proporciona la fortaleza necesaria para empezar de nuevo.

Nélson Mandela es el máximo ejemplo del perdón.  Estuvo preso durante 27 años por luchar contra la discriminación racial en Sudáfrica y cuando fue liberado, no sólo perdonó a sus enemigos sino que convenció a todos los habitantes de su país para que hicieran lo mismo.

En Ruanda, Immaculée Ilibagiza sobrevivió milagrosamente a uno de los más monstruosos genocidios de la historia, perpetrado por los hutu, una etnia mayoritaria que asesinó a casi un millón de personas pertenecientes a una raza minoritaria, los tutsi.

La masacre cobró las vidas de sus padres y de dos de sus hermanos;  el tercero se salvó porque estaba estudiando en Senegal.

Immaculée permaneció escondida junto a otras siete mujeres,  durante tres meses, en la casa del pastor Murinzi, amigo de su familia, en un pequeño baño oculto detrás de un armario.

Cuando regresó a su pueblo, después de la masacre, pudo perdonar al hombre que había matado a su familia, que estaba en prisión;  y a partir de ese momento se convirtió en un ejemplo de amor que recorre el mundo llevando su mensaje de paz.

Después del genocidio trabajó para la ONU en Estados Unidos, se casó, tuvo dos hijos, escribió el libro “Sobrevivir para contarlo” que fue récord de ventas y luego decidió dedicarse a viajar para dar conferencias y difundir de ese modo su forma piadosa de ver la vida.

Immaculée llegó a cuestionarse su fe, sin embargo, está convencida que fueron sus plegarias las que finalmente la ayudaron a sobrevivir y a salvarse.

El perdón cura las heridas emocionales, los traumas psicológicos, y los males físicos, transforma la perspectiva de la vida y eleva el nivel de conciencia; porque es el rencor, el resentimiento y la necesidad de venganza lo que termina volviéndose en contra de uno mismo y nos destruye poco a poco.

Malena

Más información: “Sobrevivir para contarlo”;  Immaculée Ilibagisa.