Hay tres tipos de amor



Osho nos dice que el amor verdadero tiene un precio y ese precio es el ego.
El amor genuino hace desaparecer al ego, pero nos hace sentir centrados.

Hay tres tipos de amor; el primero es el que sólo se dirige al objeto de amor, que es cuando una persona se enamora perdidamente de alguien maravilloso, con un bello cuerpo, un rostro atractivo y envidiable.

Este amor viene de afuera y es el más común: pero es más deseo que amor, necesidad de poseer a esa persona para siempre.

Claro que si esa persona es tan maravillosa, seguramente habrá muchos que se enamorarán de ella y entonces será imposible evitar los celos, el deseo de competencia y sentir odio hacia quienes se le acercan.

El que se enamora de alguien demasiado atractivo, tanto de una mujer bella como de un hombre guapo,  no podrá evitar tener serios problemas.

Es muy probable que el que se enamora de alguien así se convierta en un cruel carcelero, que intente destruir al objeto de su amor, que lo prive de su libertad, que lo anule y le haga la vida imposible.

Si el amor se convierte en una esclavitud la persona pierde gran parte de la belleza, porque la libertad es belleza y cuando ésta desaparece también se acaba la vitalidad, la creatividad, el Ser personal.

Entonces se descubre que el amor hacia esa persona tan maravillosa ha desaparecido, porque se ha transformado en otra,  moldeada con criterios egoístas, por celos.

Este primer tipo de amor no vale nada y si no se toma conciencia de cuáles fueron los hechos que lo destruyeron se corre el riesgo de quedar atrapado en él.

El segundo tipo de amor no está orientado hacia el objeto de amor sino que es un atributo personal subjetivo.  El sujeto es amoroso él mismo,  aún estando solo; pero cuando se enamore será un amor lleno de alegría porque dará a quien ama,  libertad ante todo porque no será posesivo, al contrario, disfrutará de tener a alguien al lado que los demás aprecien y valoren.

Este segundo tipo de amor tendrá más de amistad que de lujuria y enriquecerá el alma porque permitirá además, amar a toda la humanidad, a todo ser viviente y a todas las cosas de este mundo.

En el tercer tipo de amor, el objeto y el sujeto desaparecen, se trasciende, no hay más división, sólo se ama, uno se convierte en amor y sólo existe la felicidad.

Malena
Fuente: “Aprender a amar”; Osho