Asesinos Seriales y Esquizofrenia-Psicología





Un nuevo crimen, similar al que ocurrió en Argentina hace unos meses, que fue cometido por el encargado de un edificio, cuya víctima fue una adolescente encontrada muerta  en una planta de residuos; acaba de suceder recientemente también en España.

En ese país, un portero de un edificio, parece haber hecho lo mismo con una mujer argentina que había desparecido.

Ambos crímenes, que por sus características, fueron cometidos sin razón alguna que los explique, parecen haberlos perpetrado dos peligrosos enfermos mentales; quienes después de asesinar a sus víctimas se deshicieron del cadáver descuartizándolo y arrojándolo a un contenedor de residuos.

El siniestro crimen ocurrido los últimos días en España, está siendo investigado por las autoridades policiales de ese país, quienes comenzaron a sospechar del encargado del edificio al incurrir éste en algunas contradicciones, y al ser descubierta,  en el sótano del edificio, una trituradora de carne industrial , que presuntamente pudo haber utilizado para  deshacerse del cuerpo.

Se sospecha que este individuo también esté involucrado en la desaparición de otras personas que vivían en ese vecindario.

Estos crímenes que generalmente no suelen tener explicación lógica, se pueden analizar desde el punto de vista psiquiátrico.

Con la influencia de las teorías de Sigmund Freud y Carl Gustav Jung, a principios del siglo pasado fue sustituida la noción de demencia por el concepto de esquizofrenia.

Este término actualmente se utiliza para designar a la mayoría de los trastornos mentales de evolución crónica, con excepción de los maníacos depresivos, los epilépticos y los discapacitados orgánicos

La esquizofrenia se caracteriza por la disociación ideo afectiva, la pérdida del contacto con la realidad, la discordancia, la incoherencia ideo verbal, la ambivalencia, el autismo, las ideas delirantes y las alucinaciones; trastornos progresivos que evolucionan hasta la desorganización total de la personalidad.

Esta es una enfermedad que se presenta entre los 15 y los 35 años, aunque también puede aparecer en forma sorpresiva a los cuarenta años.

Se trata de un proceso patológico condicionado por la herencia, los rasgos de carácter esquizoides y el ambiente, o sea, la relación con las figuras parentales, principalmente con la madre; y las experiencias traumáticas vitales.

Un individuo normal, con problemas de carácter,  retraído, muy sensible, aparentemente frío e indiferente, con tendencia a la inhibición y con descargas impulsivas inadecuadas, en el 70% de los casos está predispuesto a sufrir de esquizofrenia.

En la esquizofrenia no se detectan lesiones cerebrales específicas que la determinen pero sí se sabe que existen trastornos en el metabolismo de la serotonina, neurotransmisor que se encuentra en las conexiones de las neuronas del cerebro.

En el desarrollo de esta enfermedad tienen mucha importancia las experiencias infantiles y la actualización de esas experiencias en las decepciones que suelen producir las primeras relaciones sentimentales.

El esquizofrénico no puede aceptar ni vivir en el mundo real y se refugia en un mundo imaginario. Sufre una alteración de sus lazos afectivos, ama y odia a sus padres, no puede vivir sin ellos pero a la vez los trata con desprecio.  El significado de sus expresiones emocionales está fuera de toda lógica y ese significado no se puede entender porque pertenece a su mundo interno.  Es así que puede reír sin parar frente a una tragedia o llorar desconsoladamente sin aparente justificación alguna para los demás.

En el nivel sexual el esquizofrénico revive todos sus conflictos edípicos en su búsqueda sexual del padre o la madre, odio irrefrenable que puede llevarlo a cometer crímenes contra rivales edípicos, quedar fijado a imágenes sustitutas de cualquiera de sus progenitores,  agredir sexualmente, sentirse impulsado a exhibir sus genitales o a ejercer la prostitución.

Todas estas conductas, alguna de las cuales pueden llegar a ser espantosas, se caracterizan por ser gratuitas, ejecutadas con frialdad, brutalidad y con el impudor propio de los impulsos instintivos.

Estos comportamientos pueden emerger monstruosamente a la superficie en forma instintiva, sin emoción alguna, casi mecánicamente, sin ninguna  significación,  afectividad o motivo, rasgos que expresan la discordancia entre el esquizofrénico y el mundo exterior.

Entre estos actos se destacan las impulsiones al asesinato, crímenes inmotivados cometidos en los ámbitos más oscuros y siniestros que satisfacen sus instintos más arcaicos, en los que el placer está ligado a la destrucción de la víctima.

Los dos crímenes mencionados tienen similares características y responden con suficiente fidelidad a la hipótesis de que estos enfermos, si no reciben tratamiento,  pueden ser peligrosos y que si llegan a matar deben ser separados de la sociedad de por vida para evitar que lo vuelvan a hacer. 

Es bueno aclarar que no siempre un esquizofrénico es un asesino.  Si está bien medicado y controlado puede ser una persona normal, puede estudiar, destacarse por su inteligencia, tener una familia y trabajar. Pero siempre necesitará contención,  o sea, tener a alguien responsable cerca que se ocupe de controlarlo para que no deje la medicación.


Malena
Fuente: “Tratado de Psiquiatría”; Henri Ey;  “Las Psicosis Esquizofrénicas”