La estafa de los celulares - Psicología Malena Lede



Finalmente, le tuve que dar de baja a mi celular, porque me seguían entrando publicidades que me cobraban, con una gran cantidad de aplicaciones, que no podía evitar; lo que hacía que me quedara sin saldo en quince días, sin hablar. 

Como no estaba dispuesta a esperar treinta días para que la comisión de defensa al consumidor procediera a bloquearme esa publicidad engañosa, fui a las oficinas de quienes me brindaban el servicio para dar la baja y el empleado que me atendió me confirmó que esas llamadas las cobran porque entran igual aún teniendo el teléfono apagado.

Esto es lo que lamentablemente sucede en países pocos creíbles como el nuestro, que representan un paraíso para los especuladores y un infierno para los consumidores.

¿Qué siente la persona que paga religiosamente sus cuentas, lo que consume y sus impuestos, cuando no recibe ninguna protección ante un abuso de esta naturaleza, porque no funcionan los controles?

Esa persona siente que el dinero que paga no le garantiza protección legal alguna, ya que estas empresas permanecen impunes y continúan delinquiendo abiertamente, sin ningún escrúpulo ni control porque saben positivamente que no van a ser ni investigados ni sancionados.

Cuando un país queda en manos de los que especulan con el negocio de turno la gente común que se gana la vida decentemente, comienza a dudar de sus propios valores y a creer que tiene derecho a hacer lo mismo; y estas son las circunstancias que se necesitan para que esas personas pierdan la moral y para que en el país se incrementen los delitos.

Cada día aumenta la cantidad de empleados públicos, sin embargo, no se logran articular las medidas para resolver esto.

¿Qué hacen los funcionarios en sus despachos, si es que van a trabajar? ¿Por qué en esas oficinas nadie atiende el teléfono? ¿Cuánto ganan? ¿Hacen algo?

Estamos tan acostumbrados al manoseo, la indiferencia, el desprecio y los malos tratos que antes de hacer la denuncia que se impone, si queremos cambiar las cosas, nos desalienta la idea de que nadie nos escuche, que estemos sembrando en el desierto y perdiendo el tiempo..

No obstante, se puede hacer bastante, como cambiar de compañía de teléfonos, o cambiar de plan, porque es preferible pagar un poco más y no tener que pasar por todo esto.

Pienso que todas estas empresas utilizan los mismos métodos para burlar la ley y estafar a sus clientes para ganar más, sin embargo, dado que el teléfono celular se ha vuelto indispensable por muchos motivos, es conveniente, a la hora de contratar un servicio, contar con la recomendación de algún usuario conocido, leer la letra chica de los contratos e interiorizarse bien antes de comprar.

Malena