Mujeres que aman pero no quieren tener sexo - Psicología Malena Lede







Como son muchas las personas que me escriben haciéndome esta pregunta, tengo que contestarles a todas igual: para esta pregunta no existe una sola contestación, ya que las causas de este problema pueden ser muchas.

Para los que se enamoran perdidamente y al poco tiempo deciden casarse o vivir juntos, puede no haber sido amor lo que sienten sino solamente atracción física, de manera que cuando pasa el tiempo y se conocen mejor se dan cuenta que en muchos otros aspectos, esa persona no es tal cual la imaginaban sino alguien muy diferente que no les agrada.

Otro factor importante de frustración es cuando una mujer no puede disfrutar plenamente del sexo y en lugar de hablar con su pareja del tema y decirle cómo se siente de verdad, comienza a fingir el orgasmo, por lo general para que el hombre no crea que es frígida.

De esta manera, el acto sexual termina siendo algo no deseado porque crea y recrea en cada oportunidad la misma sensación de frustración e inclusive puede causar serios trastornos psicológicos en la mujer.

Las mujeres no pueden disociar el sexo con el amor en cambio el hombre sí puede. Esta diferencia suele general desencuentros amorosos, porque el varón, puede estar dispuesto a tener relaciones sexuales aún después de haber discutido con su mujer o estando enojado, mientras que la mujer suele llevar los problemas a la cama y desquitarse negándose a tener sexo.

El sexo no comienza en la cama sino que exige un ritual amoroso que se lleva a cabo durante el transcurso del día. El hombre tiene que tomarse unos minutos para llamar por teléfono a su mujer desde la oficina o enviarle un mail con palabras bonitas, llevarle un ramillete de jazmines de vez en cuando, darle un beso en el cuello al llegar del trabajo y lucir recién bañado antes de acostarse. Todas esas atenciones, llevan a la mujer a aceptar al hombre sexualmente y le aseguran a ambos la noche de amor deseada.

Pero son pocos los que están dispuestos a lograr que su mujer entre en clima; porque la mayoría de los hombres suelen estar cansados después de haber estado en la oficina ocho horas, de ver el partido por televisión, de leer el diario, de revisar la computadora, que por lo general prefieren un rapidito de diez minutos que su pareja jamás disfruta.

El sexo necesita tiempo, no apurado, principalmente para la mujer, no se trata sólo de aflojar tensiones y relajarse, porque para la mujer resulta una pesadilla.

Los requerimientos de los hijos, a veces, no permiten disfrutar a los padres de momentos de intimidad, generalmente porque se les permite acostarse muy tarde y de esa manera nunca pueden estar solos.

La eyaculación precoz de los hombres es la primera causa del rechazo de la mujer, este es un flagelo que sufre la mayoría de ellos pero que les cuesta reconocer, porque es más fácil echarle la culpa a ella.

La mayoría de los divorcios se producen por problemas sexuales que se tratan de ignorar con la plena convicción de los hombres de estar haciendo las cosas bien, pero lamentablemente, sin preocuparse mucho de los resultados.

La ignorancia en materia sexual es inconcebible en un mundo en el que parece que en ese aspecto de la realidad ya no existe más nada que ver ni que aprender; sin embargo el desconocimiento sobre la psicología de la mujer es alarmante.

Tal como lo afirmo en otros artículos que he escrito, vuelvo a repetir, que no existen las mujeres frígidas, sólo existen hombres que no saben hacer el amor.

La realidad es que no es hombre el que puede enseñarle a la mujer sobre sexo sino que es la mujer la que tiene que enseñarle al hombre cómo tratarla para que ella también disfrute.


Si ambos se aman, recuperar la magia de los primeros tiempos es posible..

Malena