El enamoramiento y la hipnosis - Psicología Malena Lede




La palabra “amor” designa una gran variedad de relaciones afectivas que no garantizan que sea un sentimiento verdadero, ya que en la gran mayoría de los casos el amor o enamoramiento no es más que una natural atracción sexual que lo único que persigue es la satisfacción inmediata y que luego desaparece una vez logrado ese objetivo.

Este sería el amor común sensual que en algunos casos puede volver a surgir y llegar a persistir aún en los intervalos de tiempo en que no se siente la necesidad de amar.

En la pubertad surgen nuevas tendencias sexuales muy intensas que en los casos menos favorables pueden permanecer separadas de los sentimientos de ternura, los cuales son similares a los sentimientos que se sienten por los padres, después de haber renunciado a ellos como objetos sexuales.

Es en estos casos cuando algunos hombres pueden sentir por un lado una fuerte inclinación hacia mujeres respetables pero que no los atraen sexualmente y por otro lado, mostrar una fuerte atracción sexual hacia mujeres de dudosa reputación que no aman e incluso desprecian.

Sin embargo, la mayoría de los jóvenes puede lograr la síntesis del amor tierno o espiritual con el amor sexual carnal.

El grado de enamoramiento verdadero puede medirse en función a la existencia de instintos de ternura además del simple deseo sexual y lo que contribuye a falsear el juicio sobre el objeto amado es la tendencia a idealizarlo.

Tenemos que reconocer que amamos a una determinada persona porque vemos en ella las cualidades a las que aspiramos para nosotros mismos, porque este amor satisface nuestro narcisismo.

En el amor adolescente las tendencias sexuales pueden sufrir una total represión, el yo hacerse cada vez menos exigente y el objeto amoroso cada vez más grande hasta apoderarse de toda la autoestima del sujeto, lo que puede llevarlo a sacrificarse voluntariamente y darle al objeto el lugar de su ideal del yo.

Esto se observa particularmente en el amor no correspondido, porque en el amor compartido, la satisfacción sexual consigue paulatinamente, disminuir la supra valoración del objeto amoroso.

En el enamoramiento, la enajenación del sujeto en el objeto, produce la completa pérdida del juicio crítico y todo lo que el objeto amoroso hace o dice resulta irreprochable. Tanto es así, que en esa ceguedad amorosa el sujeto puede llegar a cometer crímenes sin ningún remordimiento.

Este estado de alienación en el otro se conoce con el nombre de “fascinación” y “servidumbre amorosa”, estado de enamoramiento en que el yo se empobrece.

Entre el enamoramiento y la hipnosis hay muy poca diferencia. En la hipnosis, el hipnotizado, con respecto al hipnotizador, presenta las mismas características de humildad, sumisión, docilidad y falta de crítica del enamorado, con respecto a su objeto de amor.

Para el hipnotizado el único objeto de atención es el hipnotizador, y todo lo demás desaparece. Esa relación hipnótica representa un abandono total con excepción de toda satisfacción sexual, mientras en el enamoramiento la satisfacción ocupa el segundo lugar, como posibilidad.

Se puede observar que los lazos más duraderos los crean las tendencias sexuales coartadas en su fin, o sea, las que no se satisfacen completamente, mientras que las que se satisfacen libremente experimentan una enorme pérdida de energía provocada por cada descarga libidinal.

Esto explicaría la frialdad en la relación que comienzan a sentir las parejas, cuando comienzan la convivencia.

El amor sensual se va extinguiendo con cada satisfacción sexual y para que esa relación pueda mantenerse en el tiempo la atracción sexual tiene que estar asociada desde un comienzo a sentimientos tiernos, como los que sentimos por nuestros padres al renunciar a ellos como objetos sexuales.

No todas las personas responden a la hipnosis de la misma manera, por cuestiones morales muy arraigadas, o por otras resistencias de distinta índole y lo mismo se puede decir del enamoramiento.

Malena
Fuente: “Obras Completas de Sigmund Freud”; Volumen III; “Enamoramiento e hipnosis”.