Mujeres que revisan el celular de su pareja - Psicología Malena Lede




La mujer que revisa el celular de su pareja, aunque tenga motivos para sospechar que la engaña, está abusando de su confianza y le está faltando el respeto porque es lo mismo que si le revisara los bolsillos o la billetera.

Es mejor que esa pareja hable de los problemas que tienen en común, porque los dos pueden ser responsables de lo que está ocurriendo entre ellos.

Mejor que condenar y decidirse a terminar la relación es tener el valor de evaluar la responsabilidad de cada uno, porque cuando una pareja fracasa, ambos han contribuido para que eso suceda.

Cada relación de pareja es única y su estabilidad, armonía y continuidad en el tiempo depende de los dos.

El hombre seductor siempre lo ha sido. Incluso desde su más tierna infancia, pudo haberlo demostrado seduciendo a sus padres, maestros, amigos y más adelante a sus jefes, clientes etc., generalmente para obtener algún beneficio.

Los hombres con este tipo de personalidad, confían en su capacidad de seducir, más que en su capacidad e inteligencia, y se acostumbran a manipular y obtener de esa manera, lo que quieren de sus víctimas.

Un hombre seductor es irresistible y les gusta a todas las mujeres. Ese tipo de hombre no garantiza una relación estable ni fidelidad alguna, porque sencillamente no puede cambiar, estará siempre vendiéndose a sí mismo y usando a cada una de sus conquistas.

Aceptar formalizar una relación con un hombre seductor es un gran riesgo ya que casi nunca cambia y las mujeres que los aman, si lo quieren conservar, tendrán que tolerarle muchas traiciones.

También el hombre casado que está aburrido de su trabajo puede intentar matizar su vida, relacionándose con alguna compañera de oficina que esté aburrida de su marido o que esté sola.

Para cualquier hombre, un trabajo rutinario es una tarea tediosa que no le permite ser creativo y que se presta para intentar una aventura amorosa con alguien del entorno que se le insinúa.

Mujeres solteras, viudas o divorciadas abundan en los trabajos y hasta puede haber casadas al acecho tratando de conquistar a otro hombre, también casado.

Un hombre, que está harto de hacer siempre lo mismo, se convierte en una presa fácil para cualquier mujer que tenga ganas de conquistarlo.

Una mujer disponible, se puede atrever a mandarle mensajes comprometedores o fotografías audaces por celular, con la secreta esperanza de que también las vea su mujer y le arme un escándalo, para despejar el camino y poder avanzar sin tropiezos de ninguna clase.

Lo que no saben estas mujeres es que en general, son pocos los hombres que se animan a dejar sus hogares por mucho tiempo y que sólo las van a usar para divertirse.

Mujeres, no se apresuren a dejar el campo libre para que otras se queden con sus maridos. Sean capaces de reconocer en qué fallaron, qué fue lo que hicieron para que su pareja se alejara y pensara en otra; porque es cierto que a veces, somos nosotros mismos que por alguna razón, cavamos nuestra propia fosa.

Porque amamos pero también odiamos y en lo más profundo, podemos estar tocando fondo. Sólo necesitamos una excusa para liberarnos; y un ingenuo amorío providencial puede ser la llave para lograrlo.

Malena