El Amor - Psicología Malena Lede - Qué hacer para olvidar.




A veces perdemos el control de nuestros pensamientos y nos dejamos vencer por ellos permitiendo que nos domine la tristeza y la desesperanza.

Somos máquinas de pensar, porque hasta cuando dormimos estamos pensando, por eso soñamos y hasta podemos tener pesadillas recurrentes. Eso nos pasa cuando dejamos que nuestros pensamientos nos dominen.

Pero afortunadamente somos seres que podemos dominar nuestros pensamientos y callar nuestra mente para evitar que los recuerdos que queremos olvidar nos torturen.

En el amor, el tiempo cura todas las heridas y lo que en un principio creían imposible, se hace realidad; se pueden volver a enamorar.

Un nuevo amor nos reconcilia con la vida y nos permite olvidar un malogrado amor, y puede hacer que la vida que sólo podíamos ver en blanco y negro, comience a tomar su color.

Las penas que se sufren por amor resultan útiles porque sirven para aprender a no cometer los mismos errores, a desconfiar de la seducción que les producen ciertas personas, a no volver a caer en sus mismas redes, a no tropezar siempre con la misma piedra.

Volver a confiar es difícil pero se puede, sin perder nunca el control, sabiendo elegir, y sin enajenar la propia autoestima ni perder de vista el instinto de conservación.

¿Por qué aferrarse a personas que pueden adivinar que tarde o temprano las harán sufrir? ¿Qué es lo que los lleva a involucrarse en una relación enferma que no pueden dejar pero que tampoco pueden seguir?

Es lamentable, pero lo más común es que ese mismo tipo de relación, en el futuro, se vuelva a repetir, como si el único ideal de pareja que tuvieran algunas personas, fuera masoquista.

Existe en los seres humanos la tendencia a vincularse afectivamente siempre con el mismo tipo de persona y esa particularidad, que depende en gran parte de cómo han sido las relaciones con sus padres, los lleva a cumplir fatalmente, varias veces, el mismo destino.

La mejor manera de olvidar un amor es concentrándose totalmente en otra cosa. Esto es lo que permite retirar la energía de los recuerdos del pasado y trasladarla a una nueva motivación que obligue a estar plenamente concentrado y a ser creativo, porque es la creatividad la que los puede hacer sentir nuevamente vivos.

Los recuerdos del pasado tienden a olvidarse por sí solos, porque la mente tiene un mecanismo natural que permite el olvido. Si no fuera así viviríamos anclados en el pasado y no podríamos experimentar cosas nuevas.

Elevar la autoestima y creer que se merecen lo mejor, aprender a elegir, alejarse de quienes intuyen que pueden hacerles daño y volver a creer en el amor, puede acelerar el proceso de duelo por la pérdida para que sea posible vislumbrar un nuevo horizonte de esperanza.
Malena