El Origen de la Angustia - Psicología Malena Lede




Para Freud, la angustia que sufren los neuróticos se relaciona con la sexualidad; siendo inevitable con la práctica del coito interrumpido.

En este caso, el motivo de angustia en la mujer es el temor a quedar embarazada; y en el hombre, la preocupación por realizar dicha maniobra a tiempo; aunque también la neurosis de angustia puede aparecer debido a otros factores.

Dado que esta neurosis puede aquejar a cualquier mujer, aparte de las arriba señaladas, la fuente de la angustia, es probable que no sea solamente una cuestión psíquica sino también un factor físico de la vida sexual.

Freud pudo comprobar la angustia originada por causas sexuales en:
- Personas vírgenes con vagas presunciones sobre la vida sexual.
- Personas con abstinencia sexual deliberada, por rechazar el sexo
- Personas con abstinencia obligada, por indiferencia de la pareja u otros motivos
- Personas sometidas al coito interrumpido o cuyas parejas sufren de eyaculación precoz
- Hombres que practican el coito interrumpido o que se excitan por distintos medios, sin utilizar la erección para el coito.
- Hombres que se exceden en la medida de sus deseos y se obligan a realizar el coito
- Hombres con abstinencia ocasional.

En otros eventuales casos, la relación entre la angustia y la vida sexual, Freud la pudo demostrar teóricamente.

El factor que más se repite en los casos aislados es el de la abstinencia.

Habiendo observado que la angustia ocurre después del coito interrumpido, aún en aquellas personas que no sienten placer, puede afirmar que se debe a una acumulación de tensión sexual física.

De manera que la neurosis de angustia surge debido a la transformación de la tensión acumulada, como la histeria, que es también una neurosis por estancamiento de la excitación.

En el caso de la melancolía, personas que no sienten la falta del coito sino que anhelan amor en su forma psíquica, y que desarrollan esta enfermedad cuando la tensión erótica psíquica se acumula y no se satisface.

Resumiendo: la acumulación de tensión sexual física da como resultado la neurosis de angustia y la acumulación de tensión sexual psíquica, melancolía.

Tanto los hombres como las mujeres se sienten ansiosos pero no reconocen que ellos hayan tenido deseos sexuales antes de tener ansiedad ni tampoco los tienen en el presente.

Los síntomas de la neurosis de angustia incluyen también disnea, palpitaciones, ansiedad y todas ellas juntas.

Se puede observar que tanto la disnea como las palpitaciones son concomitantes del coito, que cuando es normal son vías subsidiarias de descarga, en tanto que en caso de los ejemplos más arriba señalados, son vías de escape obligadas de la excitación.

Malena
Fuente: “Obras Completas de Sigmund Freud”; Tomo III; “Cómo se origina la angustia” (1894)