La Melancolía - Psicología Malena Lede




Según Sigmund Freud, existen notables relaciones entre la anestesia sexual y la melancolía; esto lo demuestran: a) los mismos melancólicos porque tienen antiguos antecedentes de anestesia sexual; b) el hecho de que lo que produce la anestesia participa también del origen de la melancolía; y c) las mujeres psicológicamente muy exigentes, que son anestésicas y cuyo deseo se transforma fácilmente en melancolía.

La melancolía puede aparecer como una manifestación más intensa de una neurastenia por masturbación y también combinada con angustia grave.

La forma periódica o cíclica hereditaria es el caso típico y extremo de melancolía.

El duelo, la aflicción, el anhelo de algo perdido es el afecto que corresponde a la melancolía, por lo que probablemente se trate de una pérdida en la vida instintiva del individuo.

La anorexia es una neurosis alimentaria paralela a la melancolía. Esta enfermedad, típica de los adolescentes, representa una melancolía que aparece cuando la sexualidad es aún rudimentaria.

El anoréxico no come porque no tiene hambre. La pérdida de hambre significa, desde el punto de vista sexual, pérdida de la libido.

Por lo tanto, se puede inferir que la melancolía representa el duelo por la pérdida de la libido.

La melancolía grave común se caracteriza por la falta de excitación sexual somática y por ocurrir periódicamente; mientras en la melancolía cíclica se alternan períodos de excitación aumentada y otros de excitación disminuida.

Se puede admitir que la masturbación excesiva puede llevar a una excesiva descarga del órgano sexual y que puede producir : una menor estimulación de dicho órgano, la disminución de la tensión sexual somática, el consecuente déficit permanente y el debilitamiento de la sexualidad psíquica o sea la melancolía neurasténica.

En el caso de la melancolía ansiosa, que es una forma mixta de neurosis de angustia y melancolía, la tensión sexual no está disminuida sino que es desviada para ser empleada en otras funciones.

La anestesia sexual, que consiste en la falta de sensaciones voluptuosas, juega un importante papel en la melancolía; porque dichas sensaciones están ligadas a la repugnancia y a la defensa; como ocurre en la anestesia histérica que se asemeja a la anorexia histérica (repugnancia).

En la frigidez, la anestesia sexual no es la causa de la melancolía sino la predisposición a la misma pero en otros casos si lo es.

Por lo tanto se puede ser anestésico sin ser melancólico.

La anestesia sexual predomina en la mujer posiblemente debido a la educación, la cual le ha enseñado a mantener atenuada la tensión sexual y muchas veces por tener relaciones sexuales sin amor alguno, que en tal caso la puede llevar a la frigidez.

El bajo nivel de tensión sexual parece ser la principal disposición a la melancolía y todas las neurosis en esas condiciones tienden a tener esas características.

Por lo tanto, los individuos con alta potencia sexual son propensos a la neurosis de angustia mientras los de baja potencia tienden a la melancolía.

Los efectos de la melancolía son la inhibición psíquica con bajo nivel instintivo y el dolor consecuente que produce.

Malena
Fuente: “Obras Completas de Sigmund Freud”; Tomo III; “Melancolía”.