La Paranoia - Psicología Malena Lede




La paranoia, como la neurosis obsesiva, es una psicosis intelectual. Mientras la neurosis obsesiva es un trastorno afectivo debido a un conflicto, en la paranoia, las ideas delirantes se deben a trastornos afectivos debido a un proceso psicológico de vivencias alienantes.

La paranoia es una forma patológica de defenderse de situaciones o cosas que no se pueden tolerar, siempre que exista también la predisposición psíquica personal.

Lo que intenta evitar el paranoico es el reproche interno, que trata de transformar en externo, o sea hacer el enjuiciamiento exterior.

De modo que el propósito de la paranoia es rechazar una idea intolerable para sí mismo por medio de la proyección de esa idea al exterior.

Este es un mecanismo bastante común en las personas normales, de proyectar las culpas propias a otros, siempre que estén conscientes de la modificación interna que hicieron.

Cuando se abusa de este mecanismo de proyección para defenderse y se exagera sobre la opinión y los hechos de los demás, estamos en presencia de una paranoia.

El paranoico no puede tolerar la idea de haber sido injusto o de tener que separarse de algo que es suyo. El alcohólico nunca reconocerá que es la bebida la que le produjo impotencia sino que culpará a su mujer con celos delirantes y el hipocondriaco jamás atribuirá sus enfermedades a su vida sexual sino que se empeñará en creer que sus padecimientos son debido a causas externas y el empleado que no fue ascendido preferirá creer en una conspiración y no admitir su propio fracaso.

La idea delirante tiene la misma energía que la idea intolerable que es rechazada por el yo.

El hecho de proyectar el displacer en el prójimo muestra que el síntoma primario es la desconfianza o susceptibilidad ante los demás.

Invariablemente, el efecto reprimido suele volver como alucinaciones auditivas que representan el retorno del autorreproche como un síntoma transaccional.

En la paranoia se destacan cuatro síntomas: a) los síntomas defensivos primarios, de proyección y rechazo de la idea intolerable; b) el retorno de lo reprimido como transacción; c) síntomas defensivos secundarios y d) síntomas del sometimiento del yo.

El paranoico se reprocha a sí mismo por algo que hizo, tiene miedo que los demás lo sepan y siente vergüenza frente a ellos.

Aún no se sabe si el mecanismo de proyección patológico tiene su origen en la predisposición individual o si se debe a eventuales condiciones accidentales o vivenciales.

Malena.

Fuente: “Obras Completas de Sigmund Freud”; Tomo III; “Paranoia”; Manuscrito H; (1895)