La Convivencia en pareja - Psicología Malena Lede



Con el tiempo, la convivencia en pareja, tiende a recrear la misma forma de relación que se tenía con la propia familia; porque las dificultades que surgen para relacionarse no dependen tanto de las personas con quienes se convive sino con los propios conflictos y con los mecanismos de defensa que se aprenden a utilizar para enfrentarlos.

Recuerden que si hacen una psicoterapia, también irán tomando conciencia y descubriendo que a pesar de las circunstancias, casi siempre, los únicos responsables de todos los problemas son ustedes mismos.

Si desean comprobar esta afirmación, observen cuáles son las situaciones que les molestan cuando tienen que tratar con cualquier persona y se darán cuenta que son siempre las mismas; o sea que es en esos momentos cuando vuelven a la memoria antiguas experiencias emocionales que no pudieron ser resueltas ni expresadas en su momento, y que se reactivan en el presente en cada circunstancia que las recuerden.

Experiencias de rechazo, de abandono, de fracaso, de soledad, de frustración, de desvalorización, de temor, de desamparo, de impotencia, pueden volver a la conciencia y contaminar situaciones nuevas que podrían ser vividas de otra manera.

Las expectativas también pueden afectar la convivencia; porque se tiende a idealizar al otro y a pensar que el amor tiene el poder de borrar la impresión que pueden causarles algunos de los defectos del otro, que sin duda irán apareciendo todos los días.

Aunque la idea de estar la mayor parte del día juntos los puede llenar de alegría, la vida acabaría siendo insoportable si cada uno no lograra un espacio propio, incluso aún viviendo en un pequeño departamento de dos ambientes.

El espacio no necesariamente se refiere a un lugar físico sino a la posibilidad de tener momentos propios que no se desean compartir.

Una pareja estable no puede compartir todo, porque además de estar en pareja, cada uno es un ser individual con derecho a la privacidad y a disfrutar de la propia intimidad.

Intimidad significa poder disfrutar de lo que les gusta, sin interferencias, sin dar explicaciones y sin tener que escuchar ninguna crítica.

Ahora bien, esta posibilidad tiene que ser recíproca, o sea que ambos integrantes de la pareja tienen que tener el mismo derecho de disfrutar de su propio espacio sin tener que pedir permiso y sin culpa; siempre que esta libertad no implique realizar alguna actividad que ponga en duda la confianza y la lealtad que se deben uno a otro.

Una pareja es una relación con proyectos comunes pero también se trata de dos personas individuales con proyectos propios o con asignaturas pendientes que desean concretar.

Si alguno de los dos se estanca y no crece, además de aburrirse como locos, seguramente la eventual armonía de la pareja se quebrará, comenzarán las discusiones, la lucha por el poder los enfrentará, se volverán celosos y posesivos, se sentirán inseguros y desconfiados y la relación, que parecía sólida e indestructible, terminará hecha pedazos.

Si son honestos con ustedes mismos y también con el otro, pueden hacer cualquier cosa, no hay límite para el crecimiento y para la imaginación humana, sólo se necesita actuar con integridad y ser fieles a ustedes mismos.

En una pareja estable no existen los espacios para hacer travesuras, porque el que quiere seguir divirtiéndose como cuando estaba solo, tiene que saber lo que quiere y ser coherente con sus objetivos.

Malena