Hombres y mujeres infieles - Psicología Malena lede




La infidelidad causa muchas rupturas de parejas, que no siempre se llevan mal como para separarse, pero que pueden caer en la trampa de una seducción pasajera.

Son muchos los que se preguntan qué pueden hacer en el caso de ser engañados por su pareja, principalmente si aún la aman; si perdonar y atreverse a comenzar de nuevo sin rencores ni resentimiento o si poner fin a la relación para siempre. Pero son pocos los que se preocupan en averiguar cuáles son las causas que pueden haber provocado la infidelidad.

Por supuesto la decisión de separarse o perdonar es absolutamente personal y nadie debería decidir por ellos, pero antes, creo que toda pareja tiene que sincerarse y conocer profundamente cuáles fueron los motivos de la infidelidad porque podría suceder que esa supuesta reprochable conducta podría tener una razón justificable.

Todos sabemos que a la mayoría de los hombres le resulta más fácil ser infiel que a las mujeres, porque aunque amen a sus parejas, en general pueden disociar el sexo del amor, lo que frecuentemente no ocurre con las mujeres.

Por otro lado, la infidelidad de un hombre no es condenada por la sociedad como la de las mujeres; aunque hoy en día esto no impide que haya mujeres infieles, aún amando a sus parejas.

A veces, parejas que se aman y se necesitan, van deteriorando su relación por diferencias de carácter, de nivel cultural o social, por falta de atención y comunicación, por exceso de trabajo, etc., motivos que pueden tentarlos a ser infieles.

Con respecto a las mujeres, cuando se niegan a tener sexo con sus parejas, por cualquier razón atendible o no, corren el riesgo de ser reemplazadas por otras, porque el sexo para el hombre ocupa un lugar fundamental en la relación de pareja.

Para la mujer el sexo también es muy importante pero tal vez, no TAN importante como para el hombre, de modo que para ser infiel la causa tiene que ser mucho más importante.

Con frecuencia, lo que puede impulsar a una mujer a ser infiel es sentirse sexualmente insatisfecha, circunstancia que muchas veces el hombre no conoce porque es común que las mujeres finjan el orgasmo.

La sexualidad femenina no es tan simple como la del hombre; porque por lo general va unida al afecto y también porque el hombre, por alguna razón, puede no estar dispuesto a cumplir los rituales amorosos que ella espera.

En los animales inferiores se puede comprobar que las hembras rechazan a los machos que no les agradan, tal como ocurre con los humanos y también no aceptan a aquellos que no cumplen con los rituales de apareamiento, que para cada especie son distintos.

Estos rituales específicos son los que desencadenan en las hembras los mecanismos necesarios para que se desarrolle en forma normal la cópula.

Lamentablemente, los humanos hemos perdido muchos de nuestros instintos y ahora nos manejamos con la razón o peor aún, cuando no sabemos qué hacer, tocamos de oído.

La sexualidad es algo muy serio y es imprescindible para el hombre saber cómo tratar sexualmente a una mujer.

No se trata de proceder a masturbarla si el hombre termina antes de tiempo, sino que significa tomarse el tiempo para preparar a la mujer antes de la penetración, para que en el mejor de los casos, los dos pueden disfrutar del máximo placer, juntos.

Esta simple introducción del acto sexual, que parece un recurso sencillo y fácil para alcanzar el objetivo de satisfacer a una mujer, es un ritual que pocos hombres son capaces de cumplir por la frecuente insostenible premura que tienen, en depositar su esperma.

Muchos hombres pueden creer las escenas sexuales que ven en las películas y suponer que toda mujer con la sola presencia del sexo opuesto, le va a arrancar la ropa y se va a lanzar sobre él arrebatada por el deseo; pero los hombres tienen que saber que la realidad es muy distinta, que la mujer no se excita con su presencia aunque esté desnudo, ni viendo películas porno; que necesita de otros estímulos como la proximidad, el olor y el calor del cuerpo, las caricias y el afecto.

Tal vez esas escenas ocurran si tienen sexo ocasional con prostitutas, porque ellas fingen.


Malena