No se si dejar o no a mi pareja - Psicología Malena Lede




Un romance comienza siendo una experiencia inolvidable, la felicidad inunda a la persona y no la deja razonar, siente que está tocando el cielo con las manos, que la vida vale la pena, que el mundo es más bello, la gente más buena, que el amor es posible, le suaviza la mirada, le hace brillar los ojos y le ilumina la cara.

Esta sensación de enamoramiento, todos merecen vivirla por lo menos alguna vez, pero también tienen que saber que no durará mucho, porque la odisea de vivir, no consiste en vivir en constante estado de éxtasis cegados por una ilusión, sino que los obligará en algún momento a enfrentar la realidad tal cual es.

La realidad es que no se puede vivir sólo para amar, también hay que prepararse para la vida, capacitarse, estudiar, trabajar, ocupar un lugar en el mundo, tener un lugar para vivir, atender las necesidades humanas para la subsistencia, responder frente a los compromisos asumidos, relacionarse, etc. etc. etc.

La complejidad social es un enmarañado tejido en el que todos estamos inmersos, que a veces no nos deja respirar, que nos obliga a apurarnos, a correr en lugar de caminar, a preocuparnos, a competir, a hacernos respetar, a desear destacarnos y a encontrar nuestro propio camino y bienestar.

El amor, que nos parecía eterno, después de poco tiempo, parece desvanecerse detrás de un cúmulo de estímulos y actividades que nos vuelven insensibles y nos torna incapaces de transformar una pasión en afecto.

El amor que no llega al alma es el que no puede superar la barrera de lo físico y termina siendo un monótono y rutinario ejercicio físico.

Los seres humanos están fragmentados y se han vuelto incapaces de amar con el cuerpo y con el alma; sólo son cuerpos que se encuentran para disfrutar el momento y vivir la ilusión del enamoramiento que de ese modo dura poco, porque pronto las dudas comienzan a surgir como maleza, quitándole al amor la vitalidad y evitando que se siga nutriendo.

¿Qué hago? ¿Continúo con esta relación que parece no conducirme a nada o la termino definitivamente? Se preguntan los que aún creen amar pero que dudan del otro, cuando se sienten traicionados y preocupados por las sospechas.

¿Qué hago? Se preguntan los que se aburrieron de una relación pero que todavía conservan cierta atracción física a la que se aferran o porque no quieren quedarse solos.

Nadie puede decirles qué hacer porque los únicos que pueden contestar esa pregunta son ellos mismos, siendo fieles a sí mismos.

Ser fiel a uno mismo es actuar en función a los propios valores, no engañarse haciendo lo que hacen o les dicen que tienen que hacer los otros sino confiando en lo que ellos creen, en su propia verdad.

Si yo creo en la lealtad, tengo que ser fiel a esa virtud que valoro, o sea elegir ser leal y esperar lealtad del otro. No puedo tolerar la infidelidad porque si la tolero estoy traicionando mi propia verdad y mi forma de pensar, lo que me producirá desequilibrio, malestar y disconformidad.

Sólo la coherencia interna nos permite tomar la decisión correcta y estar en paz con nosotros mismos.

Malena